Mientras El País de España se solazaba en varias tapas con la última catarata que derramó WikiLeaks, pasó inadvertido el cambio del control empresario del diario que representó como ninguno el modelo democrático en la península tras la muerte del dictador Francisco Franco. Como que desde ayer ofrece parte de su paquete accionario en la Bolsa de Nueva York y en unos días lo hará en la de Madrid, algo inédito en su historia.
Como se sabe, luego de un acuerdo reservado con Julian Assange, el matutino madrileño participó en el selecto club de los medios que pudieron hurgar en los cables originales y analizar con el gobierno de los EE UU qué dar a conocer y qué no de esa tanda de información de la diplomacia estadounidense. Ese grupo exquisito está conformado por The New York Times, el británico The Guardian, el francés Le Monde y la alemana Der Spiegel.
La propietaria del periódico español, Prisa (Promotora de Informaciones SA), enfrenta deudas cercanas a los 5 mil millones de euros, luego de haberse expandido en los ’90 a 22 países para convertirse en el multimedios más grande de “habla española y portuguesa”, como se promociona. A partir de su nave insignia, El País ostenta algunas marcas líderes como Santillana, Alfaguara, Aguilar, y no piensa detenerse. No por nada aspira a aprovechar todas las ventajas que puede ofrecer “un mercado global de más de 700 millones de personas”, como asegura.
Ya había anunciado a fines de abril que se había desprendido de algunas de sus subsidiarias e incluso del edificio donde tiene su redacción, en pleno centro de Madrid. También que había llegado a un acuerdo con un grupo inversor estadounidense que haría un aporte sustancial para calmar a los bancos acreedores, a cambio de quedarse con la mayoría de las acciones.
Milagrosamente pues, los archivos de WikiLeaks le cayeron como anillo al dedo para que esta nueva etapa empresaria cuente con los mejores auspicios. Es que el nivel de exposición mediática que encontró durante la última semana, y sobre todo el hecho de haber sido uno de los cinco “elegidos” de Assange, lo convierten en una joya difícil de resistir para un inversor medianamente despierto.
Tal vez en este contexto se comprenda mejor por qué gran parte de las últimas portadas de El País hicieran hincapié en lo que piensa Washington sobre los gobiernos latinoamericanos y en especial el argentino, donde Prisa tiene intereses concretos, y por lo tanto le caben las generales de la Ley… de Medios.
No se sabe por qué los “elegidos” decidieron el domingo para lanzar el vendaval WikiLeaks. Pero también en forma oportuna, un día antes, Prisa anunciaba la conformación del nuevo Consejo de Administración, donde se refleja el cambio en el equilibrio económico interno. El flamante mandamás, el fondo de inversiones Liberty Acquisition Holdings, aporta 650 millones de euros y, por una compleja ingeniería financiera, se disuelve en Prisa para vender luego el 70% del paquete en la Bolsa, con lo que en teoría el control del grupo seguiría en manos de la familia Polanco, fundadora del diario.
Lo interesante es ver quiénes son los nuevos consejeros. Las estrellas son, dinero mediante, los titulares del fondo Liberty, los archimillonarios Nicolas Berggruen y Martin E. Franklin. Nacido en París el primero, a los 49 años se jacta de no tener vivienda propia y de residir en hoteles porque es más práctico. Pero atesora 2mil millones de dólares en activos y obras de arte. Londinense, su socio es un hombre de negocios que gusta de los deportes de riesgo, no bebe, no fuma y piensa que Prisa es un excelente negocio, pero “si dentro de un año existe la necesidad urgente de vender” no tendría dudas en hacerlo.
Los expertos dicen que el verdadero alma mater de Liberty, enigmático conglomerado de inversores con sede en el paraíso fiscal estadounidense de Delaware es Paul B. Guenther, un afiliado al Partido Demócrata con fuerte llegada –y aportes de campaña– a Hillary Clinton, relacionado además con The New York Times.
Entre los nuevos integrantes del Consejo de Administración,
Durante su gestión se produjo el Efecto Tequila, crisis que calmó luego de recibir millonarios créditos de los EE UU y un cambio en los paradigmas de la economía mexicana. No se le pueden achacar todos los errores de su partido en 70 años, pero el hecho es que fue el último “cartucho” del PRI y dejó el poder en 2000 en manos del ex Coca-Cola Vicente Fox. La incorporación de Zedillo a Prisa podría explicarse, según los analistas, en su amistad con el ex presidente de gobierno español Felipe González.
Otro destacado miembro de la nueva cúpula es Alain Minc. En la web corporativa lo mencionan como un escritor francés que presidió el Consejo de Vigilancia de Le Monde, otro de los “elegidos” wiki. Prisa tiene un 15% del diario francés, ingreso que facilitó precisamente Minc, y aspira a más, según se desprende del plan de negocios presentado hace un par de meses. Minc fue condenado a pagar una importante multa en noviembre de 2001 por un tribunal de París, tras haber sido encontrado culpable de plagiar una biografía novelada del filósofo holandés Baruch Spinoza.
También son consejeros Harry Sloan, con fuertes inversiones en el negocio mediático de Europa, aunque nacido en los Estados Unidos, donde llegó a ser vicepresidente de la Metro Goldwyn Mayer hasta el año pasado. Emmanuel Roman, otro destacado en la nueva Prisa, fue directivo durante 18 años en Goldman Sachs, la banca inversora que en la Argentina tiene parte de las acciones del Grupo Clarín. Junto con ellos estará otro banquero, el mexicano Juan Arena, quien fuera presidente de Bankinter, el sexto en importancia en España, que pertenece al Santander, y en marzo pasado fue condenado a devolver a algunos clientes las pérdidas generadas por su recomendación de invertir en el quebrado Lehman Brothers.
“El consejo se completa con Ignacio Polanco, Juan Luis Cebrián, Matías Cortés, Diego Hidalgo, Gregorio Marañón, Agnès Noguera, Borja Pérez Arauna y Manuel Polanco”, dice la información oficial.
Según declaró Ignacio Polanco, el presidente de Prisa, “las diferencias en nacionalidad, formación y antigüedad en el Consejo permiten al nuevo órgano de gobierno valorar las condiciones más adecuadas para dirigir a Prisa hacia la internacionalización, pluralidad y globalidad que los mercados requieren”.
El impacto de WikiLeaks seguramente le dará la razón en esta etapa de oferta neoyorquina, porque en todo el mundo se habló de El País. Y el diario se encargó durante toda esta semanita de mostrarles a sus inversores cómo se posiciona en la región.
Diciembre 4 de 2010
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