jueves

Momento de cambios en EE.UU.

Entrevista con Ramón Sánchez-Parodi Montoto


El hombre tiene una larga experiencia como diplomático cubano, primero como virtual embajador en Estados Unidos (como jefe de la sección de Intereses Cubanos en Washington), luego como vicecanciller, y más tarde como embajador, esta vez sí, en Brasil. Ramón Sánchez-Parodi Montoto, sin embargo, nunca estudió académicamente relaciones exteriores ni ciencias políticas. “Siempre fui un apasionado de la ciencia y de la técnica, pero me metí en la lucha contra Batista y tuve que dejar”, recuerda, a horas de cumplir 70 años, para explicar luego que tras la triunfo de la revolución, terminó su carrera de ingeniero industrial. De paso por Buenos Aires, invitado por el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE), se extendió largamente ante Acción para hablar de la situación de Estados Unidos hoy y del futuro en vista de unas elecciones que no duda en calificar de cruciales para el futuro imperial de esa nación. Y de lo que puede esperarse de cada candidato.

“No soy economista para hablar en términos económicos, pero yo creo que esta no es una de tantas crisis sino una que indica el fin de la capacidad del gobierno de EEUU de ejercer un poder imperial.”, plantea Parodi-Montoto de entrada. Según el actual columnista del diario Granma, “esto es algo real nos ha explotado en las manos, porque aunque se lo veía venir se ha hecho pública la deshonra y no tiene marcha atrás”.

-¿Cómo influirá esta crisis en las elecciones de EEUU?
-Estas elecciones no son comunes, son muy particulares. Representan el agotamiento de una tesis y de una política conservadora que se han llevado a cabo durante 40 años, y que en la práctica se ha ido concretando en lo que se llama libre mercado y desregulación. Eso se ha ido agotando porque ha sido incapaz de resolver los problemas esenciales de la población norteamericana.

-O sea que gane quien gane ya nada será como hasta ahora.
-Eso prácticamente lo está diciendo en palabras Allen Greenspan (el ex presidente de la Reserva Federal) cuando consideró que la política de corte de impuesto que propone McCain no va- Y él ha sido campeón en esto de reducir impuestos.

- Greenspan fue el gran artífice de las condiciones para esta crisis ¿no?
-Bueno, pero él es quien dice estas cosas. Él está diciendo que cualquier presidente deberá enfrentarse con este problema.

-¿Esto explicaría por qué Obama es candidato demócrata y no Hillary Clinton, también?
- Obama desarrolló, por su carisma o por su mensaje, una nueva visión de lo que podrían ser el gobierno y la sociedad de EEUU. Todos los presidentes siempre han hablado de un cambio, pero él le dio una connotación distinta y con su elocuencia hizo que ese mensaje calara en el pensamiento del norteamericano. Por eso dentro del colectivo demócrata, aunque él era representante de un pequeño grupo, alcanzó para vencer a una coalición fuerte como la de los Clinton, que tenían el grueso de establishment del partido. Sobre todo a partir de enero de este año Obama fue aglutinando a todos los sectores demócratas, inclusive desgranando del grupo de los Clinton.

- Pero una cosa en ganar la interna y otra ganar le elección ¿No podría ser que los norteamericanos terminen votando con el bolsillo?
-Es que si votan con el bolsillo deberían votar por Obama, porque él representa -por lo menos en lo que dice- lo contrario de lo que ha sido el gobierno de Bush. Pero además hay otra característica del sistema electoral norteamericano. Que no es la voluntad nacional expresada por los votos la que elige presidente.

-Claro, porque es indirecta, por electores.
-Y la mayoría de los estados ya están decididos: se sabe que van a votar demócratas o republicanos. Pero quedan unos diez, y dentro de ellos son cinco o seis los decisivos, donde se juega la presidencia.

-¿Cuáles son esos estados?
-Los estados que son el campo de batalla. Michigan y Pensilvania son los más importantes desde punto de vista demócrata. Hay otros tres estados que han sido republicanos y que pueden ser decisivos, Iowa, Colorado y Nuevo México. Hay otro grupo -Virginia, republicano, New Hampshire, demócrata, Minnesota, Washington, Oregón- donde puede estar el cambio.

-¿En los demás estados ya se sabe quién puede ganar?
-Ya ahí hay una ventaja. Y en esos momentos gana Obama. La decisión está en los que dije, aunque no se puede descartar una avalancha de votos a nivel nacional que logre cambiar los votos electorales hacia un candidato.

-¿Cómo participan los medios en estas elecciones?
-Yo creo que a estas alturas la influencia que puede haber es mínima. En esos estados lo que más va a determinar es la maquinaria electoral, la maquinaria política de demócratas o republicanos, la propaganda, la organización, y actualmente esos elementos están a favor de Obama. Cualquier cosa puede suceder, pero desde el punto de vista de la recaudación, por ejemplo, ya superó los 500 millones de dólares.

-Se dice que los demócratas para ganar necesitan que la gente vaya a votar.
-Sí, porque se supone que los que no votan lo harían por demócratas. Lo que se ha visto claramente es que el registro de votantes demócratas está siendo muy superior al de los republicanos. Para votar uno se tiene que registrar y ese trámite en los estados demócratas ha sido hasta ahora mayor. Por otro lado, un sector de la población que ha votado poco son los jóvenes, y las encuestas dicen que los jóvenes están votando mucho más en esta ocasión, y que lo harían por Obama.

-¿Cómo puede influir una mujer como candidata a vicepresidenta?
-Es indudable que se trata de una personalidad atractiva. Palin, se comportó muy bien en su discurso, pero ha sido atacada por una serie de deficiencias en su gestión en Alaska y además es una mujer que se ha manifestado claramente a favor de las posiciones más socialmente conservadoras en temas importantes como el aborto y el matrimonio del mismo género.

-¿Eso hoy en día no lleva votos?
-No lleva votos fuera del sector fundamentalista conservador.

-¿Que otros datos tomaría en cuenta para saber quién puede ganar?
- Primero, los tres debates presidenciales y vicepresidenciales. Las encuestas pueden dar indicación de quien gana el debate y eso indicaría quien puede ganar elección. En segundo lugar, las encuestas en general van diciendo mucho: cómo se va presentando la intención de voto en esos diez estados clave, por ejemplo. Por ahora son favorables a Obama. Y en tercer término, hacia donde se mueven los principales líderes en su campaña electoral. Qué estados visitan, dónde se concentran, dónde van los vicepresidentes, las principales personalidades, dónde concentran los anuncios al final de la campaña. Todos estos elementos hay que unirlos, no hay que ver tanto lo que está pasando en todo le país.

-¿Habrá que esperar algún cambio con relación a Latinoamérica?
-Hay dos cosas que diferencian las posiciones en cada uno de ellos. McCain sigue hablando de la hegemonía, de la posición de la fortaleza de EEUU, del lateralismo en la actuación. Más o menos la misma política de Bush en el orden internacional. Obama está promoviendo otra concepción, la de la cooperación, de la actuación política diplomática, de la búsqueda colectiva de caminos para solucionar los conflictos. Por supuesto que esto implica una gran diferencia en cuanto a enfrentar los problemas. Pero en EEUU existe una concepción impuesta por los intereses, la acción de los medios de difusión, que viene a partir de la idea del “destino manifiesto”, sobre todo desde la mitad del siglo XIX. Es lo que se denomina cultura imperial. Y eso invade el pensamiento hasta de los sectores más populares, que piensan que EEUU tiene que ser fuerte, tiene que ser primero. Luchar contra esa cultura, contra esa concepción, es luchar contra los intereses que promueven esta política, lo que es bastante difícil.

-¿Hay quienes se plantean esto?
-Hay sectores importantes que plantean eso, incluso dentro de las grandes empresas, en las universidades.

-¿Estudian especialmente el día después de la caída de EEUU?
-La Comunidad de Inteligencia (incluye e todos los servicios civiles y militares de espionaje, por así decirlo), está elaborando un documento estratégico sobre lo que va a ser EEUU dentro de 15 años. El principal analista de esta comunidad, Thomas Fingar, declaró que EEUU tiene disminuida su capacidad de ejercer una actitud de dominación en el mundo. Si él dice eso, que no dirán los demás. Goldman Sachs publicó un informe donde destaca que en 2020 China sobrepasará a EEUU en PBI. Antes decían que eso iba a suceder en 2033. Ya se están preparando para ese momento.

-¿Cómo se preparan?
-Estudiando. A no ser que sucedan situaciones como las de estas semanas, tratan de hacerlo paulatinamente. Estudiando, trasladando estos conocimientos a sectores económicos y políticos, influyendo en el Congreso y preparando a la opinión pública para ese momento. Pero se trata de hacerlo paulatino. Y eso está sucediendo ahora, ya. Las elecciones estas tienen mucho que ver con la percepción que ya había en los círculos de poder de que era necesario un cambio. Es una situación muy concreta, hay una gran lucha en los círculos de poder de EEUU por este tema, entre los que se agrupan en los demócratas y los que se coaligan con los republicanos. El caso es cómo habrán de lograr ese objetivo.
-¿Cómo cree que pueden cambiar las cosas en relación con Cuba?
- Desde que fue nación independiente, EEUU manifestó que era fundamental controlar a Cuba. Y prefería que estuviera en manos de España a que fuera independiente. Hasta quiso comprarla con toda la gente adentro. Cuando no hubo más remedio armó una experiencia neocolonial para controlar a la isla, en 1902. La revolución cambió eso pero no el interés de EEUU en ese esquema de dominación. Yo creo que es muy difícil cambiar la mentalidad, la cultura imperial. No creo que Obama conciba que pueda cambiar eso, podrá cambiar algunas cositas, pero él ha dicho que es necesario mantener el bloqueo. Pero es cierto que luego de lograr una autoridad y un respaldo a lo mejor se puede proponer cambiar, pero eso está en el plano de la especulación.

A.L.G.
(Para Acción Nº 1012)
Segunda quincena de octubre de 2008

La pelea por Pemex

Hora de consultas populares

Si algo puede decirse en estos cuatro meses desde que se anunció el plan para privatizar lo que representa un emblema de la mexicanidad, como es la petrolera estatal Pemex, es que habrá de ser una lucha sin cuartel y en todos los terrenos. Así lo había anunciado la oposición, encarnada en forma destacada por los seguidores del ex alcalde capitalino Andrés Manuel López Obrador y así se fue cumpliendo. Como lo atestigua el resultado de la consulta popular que comenzó en 27 de julio pasado y seguirá hasta fines de agosto en los principales distritos del país. El resultado de la primera ronda, en el poblado DF y otros nueve estados, fue abrumador: más del 80 % le dijo No al plan del gobierno de Felipe Calderón, que ahora cuenta con apoyo explícito del PRI.

A pesar de que no se cumplieron expectativas de una votación copiosa –en total habrán votado un millón y medio de mexicanos, el 10 % de los habilitados para hacerlo en esta instancia- es notorio que esta consulta duplicó la participación en otros referendos. Un dato auspicioso si se tiene en cuenta que desde el oficialismo nacional y los grandes medios se ninguneó la iniciativa de un modo grosero. Y que los promotores –AMLO, el PRD y sus aliados y fundamentalmente el jefe de gobierno del DF, el perredeísta Marcelo Ebrard, sufrieron todo tipo de burlas y descalificaciones del panismo y la prensa más “influyente”.

Es que la jugada de convocar a la población, si bien el plebiscito no es vinculante, de alguna manera cuestionará la decisión que el congreso se apresta a tomar acerca de lo que Calderón Hinojosa llamó Ley de Reforma Energética.

Acuerdos
A manera de precaverse ante este resultado que suena a abrumador en contra de la iniciativa privatizadora – a pesar de que hubo cerca de un 20 % de aprobación- el legendario Partido Revolucionario Institucional, que dominó el país durante casi todo el siglo XX, promovió una serie de modificaciones al proyecto del PAN que le garantizará la aprobación sobre tablas. Pero bien se sabe que un proyecto de esa envergadura necesita algo más que contar votos a favor y en contra. Necesita el consenso de la población a la decisión que se apruebe en el Parlamento, ya que afecta a una empresa que es un símbolo de antiguas luchas por la soberanía económica.

“Pondremos en marcha un plan nacional de resistencia civil pacífica contra los intentos de privatización petrolera de la paraestatal Pemex”, prometió AMLO, atrincherado desde
el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo. En esa misma tesitura respaldó la creación de un comité de intelectuales y expertos que elaboren una reforma alternativa impulsada por los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia y miembros del Frente Amplio Progresista. Pero esa salida no hizo más que generar discordias hacia adentro de la coalición opositora.

Se supone que antes de que finalice esta ronda de consultas populares se presentará una propuesta alternativa bajo el criterio ya consensuado de que el petróleo debe seguir siendo una riqueza nacional preservada por el Estado. “La izquierda mexicana está en condiciones de aportar una iniciativa sólida como resultado de un pensamiento unitario”, se ufanó Manuel Camacho, coordinador del referendo petrolero. Guadalupe Acosta Naranjo, presidente sustituto del PRD, también defendió el derecho del partido de López Obrador a presentar su propia iniciativa sobre PEMEX, pero el propio líder partidario –que insiste en caratularse como Presidente Legítimo de México- intenta calmar las disidencias y propuso apoyar el plan que elaboren los expertos del Frente Amplio Progresista invitados a los foros que se vinieron desarrollando en el Senado mexicano.

Asambleas
Por eso es que muchos analistas perciben que, si bien la voluntad popular que se refleja en la ronda de consultas podría tomarse con una anécdota, es bueno usarlas como dato de una sensación generalizada de que “algo turbio” se cocina en torno de Pemex. Por eso, se destaca, los partidos más comprometidos con el “régimen” fatigan verdaderas asambleas con expertos de toda pelambre para darle un tinte de consenso y de rigor metodológico al futuro de la petrolera.
Para una gran parte de la población, es un ejercicio aburrido y exasperante para resolver un tema que se escapa a la mayoría, ya que se trata de cuestiones leguleyas que, si bien ocultan lo principal –que es que se dejaría en manos privadas lo más sustancioso del negocio petrolero mexicano- se lo presenta como una forma de rescate de una empresa que, según los críticos, está en dificultades insalvables en poder del Estado. El viejo discurso liberal, sin dudas.

Hay quienes, sin embargo, vieron en estas sesiones parlamentarias “uno de los acontecimientos políticos más trascendentes de las últimas décadas”. Apuntan, en tal sentido, como el columnista Alberto Carrillo Armenta, que “no se discutió así el Tratado de Libre Comercio, no se ha discutido así ninguno de los grandes problemas nacionales”. Y eso que afectaban de un modo similar a los mexicanos, podría agregarse.

Para los que pretenden continuar con una Pemex estatal, abundan los ejemplos de desaciertos en la entrega del patrimonio público al capital privado. El propio AMLO se encargó de detallar los desaguisados que se cometieron con la privatización de Certimex, “que solo provocó el incremento en los precios de los fertilizantes”. O la de Telmex, “cuyo resultado fue que una persona se convirtió en la más rica del mundo pero las tarifas telefónicas son las más altas del planeta”. Para rematar, declaró en una gira a Michoacán: “No hay beneficios para el pueblo, las privatizaciones solo son saqueo y corrupción”.

El periodista Luis Gubidxa Guerrero agrega algunas perlas en esta discusión donde las cifras suelen ser manipuladas según el gusto de los beneficiarios. “Pemex es la empresa más rentable del país, pues deja ganancias multimillonarias ¿Por qué, entonces, está casi arruinada?”. Y se responde sin hesitar: “Porque los últimos gobiernos la han saqueado mediante impuestos estratosféricos provocándole una "quiebra" ficticia. Así de simple”.

Es que, de acuerdo a estadísticas oficiales, la petrolera aporta gran parte de los ingresos que recibe el estado por todo concepto. Es, dicen los estudios más serios, el gran proveedor de impuestos para un estado que no logra -ni intenta cobrar- lo que en otros países permite sustentar el aparato del gobierno.

“Es como si a una señora que invirtió hipotéticamente $200 para ganar $3000, le quitaran casi todos sus ingresos, dejándole apenas lo suficiente para sobrevivir”, dice Guerrero. Historia conocida en todo el continente desde épocas inmemoriales, pero que proliferaron sobre todo durante los trágicos 90.

De todas maneras, la izquierda aún no logró dar forma a un proyecto alternativo y tampoco decidió qué camino será más conveniente en esta etapa: si el de asistir con su presencia y legalizar la votación en el Senado, que se descuenta favorable a alguna forma más o menos encubierta de privatización; o el de la movilización que prometió AMLO, “con 200 mil brigadistas en las calles de toda la república proclamando la voluntad de que Pemex sea para todos”.

Precios por las nubes
El precio de la “canasta básica” mexicana se incrementó entre enero de 2007 y julio de 2008 en 39% . Una forma drástica de medir las consecuencias de la política económica de Felipe Calderón desde que está en el gobierno, ya que en ese período el aumento en el salario mínimo no superó el 8 %. Hace 15 años, indican estudios privados, una “canasta básica” podía comprarse con dos salarios mínimos. Al asumir Calderón -en diciembre de 2006-, se necesitaban 4.6 salarios mínimos para poder sostenerla. En mayo pasado fueron necesarios 5.24 salarios mínimos y la proyección es aún peor.

Los 33 principales analistas económicos de instituciones financieras privadas hablan de una mayor inflación en México, de un incremento en las tasas de interés y un peso fortalecido en una economía con bajo crecimiento, según la encuesta que el Banco de México realiza mensualmente.
Para el cierre del año los analistas anticipan una inflación general de 5.07% -la mayor en años- con un aumento de los precios registrados oficialmente en julio del 0.49%.

La inflación se verá reflejada en un aumento paralelo de las tasas de interés de corto plazo, que podrían llegar a 8.13% a fines de año. Una cifra elevada si se la compara con Estados Unidos, por lo que se estima que habrá un aumento en el flujo de capitales y una apreciación del peso en relación con el dólar que atentará contra la competitividad económica de México, bastante dañada por el comercio libre con el vecino del norte.

La encuesta de la entidad central azteca corrige el cálculo sobre el crecimiento económico, que bajaría de 2.63% a 2.55% para 2008, con lo que también se reduce la expectativa de creación de empleos en forma considerable.

A.L.G.
(Publicado en Acción Nº 1008)
Segunda quincena agosto 2008

Ciencias y divergencias

Investigadores en estado de debate

Sujeta a los vaivenes políticos, económicos o ideológicos de cada época, la ciencia argentina vive un momento al menos expectante. Por un lado, muchos científicos están esperanzados en que el aún flamante ministerio de Ciencia y Tecnología cumpla con el objetivo de los fundamentos que le dieran vida, en diciembre pasado. Pero las críticas no se hicieron esperar y ni bien asumió el ministro Lino Barañao se generó una polémica en torno del rol que desde el gobierno se destina al sector.

Por lo pronto, Barañao, que proviene de las ciencias consideradas duras –es Doctor en Biología y uno de los pioneros en el país en el desarrollo de la clonación vacuna- deslizó severos cuestionamientos acerca de las ciencias sociales y explayó largamente el interés oficial en fomentar lo que sería el aspecto más práctico o industrial si se quiere de esas disciplinas. “Estoy tan acostumbrado a la verificación empírica de lo que digo, que a veces los trabajos en ciencias sociales me parecen teología”, provocó, recién asumido.

La polémica – en un ámbito tan susceptible como el social- no se hizo esperar. “Como bien recordaba Albert Einstein, ´no todo lo que cuenta se puede contar; ni todo lo que se puede contar cuenta´”, le recordó el politólogo Atilio Boron, golpeado por lo que consideró un desafío oficial.
Es que en la ciencia argentina hay un par de hechos trascendente y una frase que marcó a fuego el último medio siglo de faena. El corte más profundo, una circunstancia que aún hoy muestra sus consecuencias, fue la trágica jornada conocida como La Noche de los Bastones largos, uno de los primeros actos de la dictadura militar de Juan Carlos Onganía. Todavía hoy el epistemólogo Gregorio Klimovsky piensa que “con aquel episodio comenzó la fuga de cerebros argentinos que se extiende hasta la actualidad y que resultó una verdadera epidemia para nuestro país". Y eso que han pasado más de 42 años desde aquel nefasto 29 de julio de 1966.

La sangría, en aquel momento, se computa en alrededor de 1400 profesores que renunciaron a sus cargos, cátedras enteras que literalmente desaparecieron y además, se trocó absolutamente no solo un proyecto de desarrollo científico sino también de modelo de país. “Fue una catástrofe para la cultura científica argentina”, insistió hace poco Klimovsky al recordar que unos 500 científicos de primer nivel internacional se fueron del país para ya no volver. Lo más llamativo es que esos mismos académicos encontraron pronto refugio y trabajo en universidades de México, Venezuela, Chile, Francia o Estados Unidos. “Fue una época excepcional que no volvió. Los empresarios nacionales buscaban y fomentaban desarrollos científicos y tecnológicos en las universidades públicas. Fue la época de oro de la ciencia”, evocan muchos de los que pasaron por aquellas aulas y conocen las actuales.

Otra dictadura
El otro sacudón para la ciencia vernácula, claro, se produjo a partir del 1975, cuando miles de científicos debieron emigrar ante el peligro real que corrían sus vidas. Cuando Videla y compañía tomaron el poder, en marzo del 76, muchos de los que no habían emigrado antes tuvieron que hacerlo entonces mientras que otros, con menos suerte, integran la lista de desaparecidos.
Ya en democracia, los científicos recibirían el último gran sacudón a sus expectativas, en un incidente no menor que protagonizó en 1994 el todavía ministreo estrela del menemismo, Domingo Felipe Cavallo. Ocurrió cuando la socióloga Susana Torrado anunció cifras que cuestionaban los guarismos oficiales sobre desocupación.

El colérico titular de Economía la mandó a lavar los platos, sin mayores prolegómenos. La frase englobó, desde el punto de vista de los investigadores locales, a todos los científicos, ya que Caballo era el más fiel representante de una ideología que en todo estos períodos fue la imperante en los entornos gubernamentales. La idea de que el dinero que el Estado aporta para la ciencia es un gasto y no una inversión a largo plazo con beneficios para toda la sociedad.

Justamente como oposición a este pensamiento es que con el recambio de gobierno de diciembre pasado, la presidenta Cristina Fernández anunció la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, sobre la base de la secretaría que funcionaba en el área de Educación. Un ascenso de categoría y una vieja reivindicación que, sin embargo, no provocó la inmediata ola de reconocimiento que tal vez esperaba encontrar la flamante mandataria, habida cuenta de que el proyecto se inscribía en un modelo de país que sustentaría la producción y la tecnificación en las empresas nacionales.

Justamente desde el área científica surgieron cuestionamientos en publicaciones de la facultad de Ciencias Sociales, donde se consideró que si bien el plan de “reivindicación científica” tenía aristas meritorias, se corría el riesgo de que por no definir el modelo de país en que se inscribirá este proyecto, para no caer en lo que el sociólogo Andrés Carrasco ve como una dependencia del mercado.

“En la globalización neoliberal, el modelo científico-tecnológico no se propone misión o propósito alguno dirigido al bienestar general, sino que está subordinado al dinero y el poder”, señala Carrasco, y abunda en que, según esta lógica, el conocimiento pierde su valor sociocultural y termina reducido a la categoría de mercancía y, lo que resulta peor, “niega todo posible pensamiento crítico, esencial para comprender el significado de esta etapa neocolonial”. Que de eso se trata este cuestionamiento, de que no es posible imaginar un ciencia hoy día que no esté imbricada por el mercado y su razón globalizadora. “El mercado no requiere verdades científicas sólidas y verificadas sino resultados veloces y competitivos en las góndolas comerciales”, remata Carrasco.

Para la también socióloga y especialista en temas rurales Norma Giarraca, la resaca de la Noche de los Bastones Largos persiste incluso en esa forma de entender el rol de la ciencia en estos aciagos días argentinos. “No es como pasaba en los años 60, que había un gran desarrollo industrial y una enorme avidez por adquirir tecnología propia. Este es otro país, con menos interés de gran parte de las pymes y tan escasa incidencia de las grandes firmas, en manos de multinacionales foráneas, que una tecnología local se hace cada vez más ilusoria”, analizó ante Acción.

Tecnificación
La respuesta del ministro en cuanto reportaje dio en estas tiempos es que para el gobierno es esencial “ir convirtiendo esta economía basada en la producción de commodities en una basada en bienes y servicios conocimiento-intensivos” que contribuya a la distribución de los ingresos y, en última instancia, “a la consolidación de este proceso de democratización”. El ejemplo que ponen en los despachos ministeriales es que países como Finlandia, Irlanda o Israel, que destinan fuertes recursos al desarrollo del conocimiento, hay sociedades más equitativas.

En cuanto a la Argentina, Barañao definió cuatro áreas de prioridad: el software, la biotecnología y la nanotecnología. Pero también habló de destinar recursos para el desarrollo de nuevas tecnologías en salud, en agroindustria y en energía. La explicación es que en estos sectores habrá mayores potencialidades y también mayores necesidades. En energía, por ejemplo, para contar con mayores fuentes sostenibles. “Las mayores ganancias en la actualidad salen del conocimiento y no del capital -insiste Barañao- por eso apoyamos el desarrollo de software. En este campo, los programadores reciben 60 % de los ingresos por las ventas, mientras que en empresas tradicionales el porcentaje mayor queda para el dueño del terreno”.

La apuesta oficial es por la calidad y la preparación de los científicos nativos en comparación con los de otros países. El viejo recurso humano capaz de arreglar las cosas con alambre cuando sea menester. El caso es cómo arreglar las cosas si el presupuesto es esquivo o cambian las políticas de estado. Esa, tal vez, sea la mayor de las dudas para los golpeados científicos de estas pampas.

Bodega en obra
De acuerdo a la Ley de Financiamiento Educativo, el área de Ciencia y Tecnología tendrá un 1 % del PBI de presupuesto para el año del Bicentenario. Si se la compara con lo que viene ocurriendo en las últimas décadas, la cifra ilustra un cambio de tendencia auspicioso, ya que en 2000 se destinaba sólo el 0,3 % del PBI y hoy día no pasa de 0,6 %. Sin embargo, en una comparativa con otros países tomados a veces como modelo, el número queda disminuido a niveles peligrosos. Corea, Singapur e Israel, por ejemplo, invierten anualmente alrededor del 3 % de su PBI. Brasil, en el mismo lapso espera pasar de un 1 % a nada menos que el 11% en 2010 en investigación y desarrollo, el aspecto más industrial de la cuestión.
Se calcula que hay cerca de 10 mil científicos e investigadores trabajando en el exterior, mientras que en el país hay unos 15 mil. Los datos que aporta el ministerio argentino indican que en los próximos cuatro años se realizarán inversiones de unos 150 millones de dólares en infraestructura en todo el país. Entre estas inversiones se computa el edificio de Palermo donde alguna vez funcionó la bodega Giol, que servirá como sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, del Conicet, de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, del instituto Max Planck de ciencias biomédicas y de otras entidades de investigación en bioseguridad, patentes, nanotecnología y modelado por supercomputadoras.
Una construcción del Primer mundo de 40 mil metros cuadrados a un costo de 40 millones de dólares que contará hasta con casa de huéspedes para investigadores visitantes y auditorios para exposiciones y congresos científicos.

Ruth Ladenheim: secretos compartidos
Es secretaria de Planeamiento y Planificación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. En la práctica, Ruth Ladenheim es la número 2 de esa aún flamante cartera. En esta entrevista con Acción, la funcionaria - Doctora en Ciencias Químicas por la Universidad de Buenos Aires y Magíster en Economía y Finanzas por el Institut d’Etudes Politiques de Paris, Francia- detalla aspectos de la gestión oficial.

-Hay quienes dicen que la concepción de la ciencia que se maneja desde elgobierno es funcional a las multinacionales. Se pone como ejemplo el apoyo que brinda la empresa Monsanto.
-Muchas empresas crean premios a trabajos científicos y se tiene una política abierta de apoyo a estos premios. También queremos que las grandes empresas vean a la Argentina como un lugar de investigación, porque normalmente los centros de investigación se desarrollan en países del primer mundo y sabemos que la creación del ministerio generó mucho interés. Estamos generando un núcleo de alto nivel de aplicación para determinadas industrias que se van a realizar en el país con nuestros científicos, dando lugar a un escenario favorable para la instalación de los centros de conocimiento que se instalen en Argentina.

-La crítica es que entre las mayores empresas casi no hay firmas locales y que las PyMES no tienen volumen ni cantidad como para que ese conocimiento pueda aplicarse al país.
-Se puede demostrar lo contrario viendo el trabajo que viene realizando el FONTAR, que es un organismo que depende de la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica. Este fondo viene financiando desde hace más de 10 años la innovación en empresas PyMES. Hay alrededor de 2500 proyectos innovadores en 5 años que se están realizando en conjunto con el sistema científico tecnológico. Por ejemplo, una PyME del sector agrícola que produce maní en Córdoba decidió instalar una fábrica de carbón activado a partir de la cáscara. Hace poco anunciamos un ejemplo asociativo para la producción de vacunas Triple en La Plata para cubrir las necesidades locales y poder, eventualmente, exportar la producción. Tenemos ejemplos de PyMES productoras de maquinaria agrícola.

-Se cuestiona también la forma de medición del índice de impacto con que se evalúa el trabajo de los científicos. Dicen que las revistas que mejor califican son internacionales y cobran mucho dinero por publicar. Que, además, evalúan de acuerdo al interés y la concepción que esas naciones tienen en la ciencia.
-Dentro del CONICET hay un centro que se llama CAICYT que administra el portal Cielo y el Núcleo Básico de Revistas Científicas. Son portales de acceso gratuito de toda Latinoamérica, sobre revistas de producción científica local y regional. Existen medios que están publicando nuestros resultados científicos. Es inevitable que los científicos sean evaluados con parámetros del mismo tipo de los que se usan en el resto del mundo. Estos parámetros son muy estrictos y se evalúa a los científicos de acuerdo al número y la calidad de sus publicaciones, pero nuestro desafío es agregar otros criterios de evaluación complementarios. Estamos evaluando la forma en que concebimos los instrumentos de financiamiento. Hasta ahora eran instrumentos horizontales: se abría una ventanilla, competían científicos de distintas áreas del conocimiento por un financiamiento y con criterios de calidad se asignaban los fondos. Esto sigue existiendo, pero diseñamos otro tipo de instrumentos; se analizan las necesidades en un campo tecnológico determinado y de acuerdo a las necesidades y las capacidades que hay en el sistema uno puede llamar a la solución de un problema identificado claramente. El científico y el tecnólogo son dos personas diferentes, uno trabaja con la voluntad de hacer públicos sus resultados mientras que el tecnólogo lo hace sobre la base del secreto industrial. En un caso no hay un fin de lucro específico y en el otro si. Tenemos que apuntar a formar nuevas generaciones de tecnólogos que puedan participar en la generación de nuevas empresas de base tecnológica.

Norma Giarracca: control público
Integró, por esas cosas de la vida, el mítico equipo que secundó a Horacio Giberti en Agricultura en 1973. Proveniente de la Sociología, se hizo experta en temas rurales, pero como era de suponerse, tuvo que exiliarse en 1976. Volvió a la Argentina tras ocho años en el exilio en Inglaterra y México, y desde entonces es referente no solo en temas del campo (justo en estos tiempos) sino especialmente en cuestiones relacionadas con políticas científicas.

“Cuando yo regresé la país, en 1984, estuve entre los científicos que fueron al Conicet de la primera democracia–recuerda Norma Giarracca- en principio estuvimos Hilda Sabato y yo y luego quedé yo sola hasta el año 88”. Un paso que la socióloga no puede olvidar porque, dice, fue fundamental para su comprensión del problema. “Toda la experiencia que yo tengo acerca del sistema científico y los científicos argentinos viene de esos años”, apunta.

-La dictadura se había ensañado con los científicos ¿verdad?
- En gran medida si. La dictadura arrasó con la ciencia en el sistema universitario y había creado los famosos institutos dependientes del Conicet, que fueron fuentes de corrupción por el uso que se le dio a los préstamos del BID. La pregunta que nos hacíamos era qué había pasado con los científicos que habían quedado, qué era eso de que no habían visto, no habían escuchado nada de lo que ocurría. Yo siempre reflexioné sobre eso, qué importantes eran las instituciones para la conducta de los actores dentro de esas instituciones. Porque si las instituciones ponen determinadas reglas o practicas que no son éticas, es muy difícil mantener una ética individual.

-¿A qué se refiere concretamente?
-Hubo gente que tuvo una ética individual y no participó de los subsidios de la dictadura, pero la mayoría si participó. Y el Conicet no solamente estaba haciendo actos de corrupción sino que estaba profundamente comprometido con la represión. Se encontraron denuncias de jóvenes investigadores que después seguramente desaparecieron. Los personajes que tomaron la gestión de esos años era gente muy peligrosa. Cuando las instituciones no tienen control, el problema ético en la ciencia se hace muy grave.

-El tema es quien controla la ciencia.
-Aprendí de Benjamín Frydman, ya muerto, que conversaba de esos temas conmigo, por qué la ciencia tiene que estar en la universidad. En la universidad estamos todas las generaciones: los científicos, los profesores, los jóvenes estudiantes. Hay un mayor control de lo que se está haciendo, mayor interpelación, mayor interrogación. Qué estamos haciendo, para qué sirve. La ciencia no es un espacio santificado, no somos santos, somos seres humanos.

-Hay quienes señalan que la ciencia se esta privatizando en todo el mundo.
-Los convenios, las empresas, las corporaciones están, pero si sacamos la ciencia de la Universidad, como se piensa hacer con al edificio destinado al Ministerio, es un pasito más.

-Desde el Ministerio dicen que el conocimiento sirve para desarrollar la industria y el trabajo argentinos.
- Aún cuando se aceptara esto, la forma en que lo están diciendo me suena infantil. Hay una serie de mediaciones entre el momento de la economía y el momento de la ciencia, que pasan por alto. Creen que van a hacer ciencia útil e inmediatamente hay una empresa que va a hacer uso de ese desarrollo. En los años 70 se hablaba del modelo italiano, donde había una articulación muy directa entre algunos centros conectados con la ciencia para ayudar al desarrollo regional de los distritos industriales. Pero no estamos en la Italia de los 70, estamos frente a la estructura económica totalmente concentrada y los que están haciendo uso del sistema que se está armando son las grandes corporaciones. La pregunta que yo hago es realmente si las corporaciones necesitan de la tecnología generada en la argentina. ¿Por qué Monsanto está tan comprometido con el sistema científico educacional argentino?. Para mi es claro que quieren ingenieros para la soja y la transgenia. Para aplicar desarrollos que no están hechos acá. Los sacó incluso la revista Ciencia hoy, donde dice que solo el 2 % de la agricultura transgenica son artefactos generados y producidos en el país.

A.L.G.
(Para Acción, primera quincena octubre de 2008)

La herencia de Bush

Recambio presidencial

Una potencia empantanada en una guerra de la que nadie sabe cómo salir sin seguir enterrándose y conflictos latentes en todo el planeta, un déficit económico colosal que haría palidecer a cualquier gobierno neoliberal del planeta –o incluso dejaría al país fuera de los acuerdos de la Unión Europea- más una crisis financiera que tal vez aún no mostró todo su potencial. Y el avance persistente de potencias globales con capacidad para discutir en pocos años el diseño del mundo. Sólo para comenzar la cuenta, esas son algunas de las joyas que recibirá el futuro presidente de los Estados Unidos ni bien reciba el bastón de mando.

Por lo pronto, la situación económica del país es un polvorín a punto de estallar que solo a fuerza de fuertes dosis de intervención estatal pudo campearse por ahora, arrastrando a gran parte de la solvencia del conjunto de los países desarrollados. Como ocurrió con el salvataje de los dos gigantes de préstamos, Fannie Mae y Freddie Mac, responsables de la crisis de las hipotecas de un lado del Atlántico, que dejó temblando al mercado inmobiliario en el viejo continente. Y que amenaza con provocar la caída de otras entidades crediticias a lo largo del hemisferio norte.
El otro punto oscuro en el futuro norteamericano es el de las cuentas públicas. Se acusa a la cúpula dirigencial que secunda a George W. de haber echado a andar “la maquinita de imprimir dólares” para financiar las guerras como último recurso. Como dato, algunos analistas señalan que el dólar actual sólo representaría el 5 % del que tenía en 1913, cuando se fundó la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos.

La deuda nacional —la acumulación total de los déficits presupuestarios anuales— ha subido además en forma asombrosa desde que George W. Bush asumió la presidencia en enero del 2001 y superará los 12,5 billones cuando deje el cargo en enero del 2009. Habría que tomar nota de esta cifra, porque es de un informe que elabora regularmente la CIA, The World Facbook, en que figuran los números fiscales y poblacionales de todos los países del planeta.

Allí, en un cómodo primer lugar, figura como el gran deudor internacional la patria de Bush, seguido de no muy lejos por Gran Bretaña. Lo más destacado es el incremento de esa deuda, que pasó -según esa fuente privilegiada- de 862 mil millones de dólares en 2003 a 1,4 billones en 2004 para trepar luego en forma monstruosa a 8,8 billones en 2005. Un salto, destaca la agencia de los espías estadounidenses, de 531,21 % en solo un año, en coincidencia con el desarrollo de la invasión y la ocupación de Irak, a partir de marzo de 2003. La cifra de 12,5 billones corresponde a la proyección para este año fiscal que hizo la CIA en mayo pasado y representa una deuda personal de cada habitante de EE.UU de casi 42.000 dólares.

Gran parte de esa deuda está integrada por bonos en poder de chinos, coreanos, japoneses e ingleses, con lo que un eventual default llevaría a una verdadera calamidad a nivel planetario nunca vista en la historia del capitalismo. La herencia para Barack Obama o para John McCain, en este terreno, es un sayo verdaderamente corto de sisa. Porque el futuro presidente será comandante de la potencia militar del mundo, pero con un riesgo país que viene bajando de “AAA”, el más alto, a “AA”, según le evaluación de la conocida Standard & Poor’s. Lo que implica que más temprano que tarde puede perder la capacidad de conseguir crédito fácil para financiar sus aventuras expansivas.

Clima bélico
La delicada situación política internacional, en ese sentido, no es un tema menor para el próximo ocupante del Salón Oval, que enfrentará un clima de inestabilidad permanente en Irak, más una creciente conflictividad en Afganistán, agravada por la situación en Pakistán luego del asesinato de Benazir Butho. En este contexto, tal vez el polvorín en Georgia sea la frutilla que faltaba al postre. Una frutilla que se extiende a lo largo de oleoductos que atraviesan países con poderío nuclear, nada menos.

A nivel militar el descontento de la población es creciente. Y se relaciona con la respuesta ensayada por Bush a los ataques a las Torres Gemelas del 11 de setiembre de 2001. No sólo por el fuerte descenso en las libertades individuales que implican las nuevas políticas de “seguridad” y espionaje (con su secuela de violaciones a los Derechos Humanos en Abu Ghraib y Guantánamo, por nombrar algo), sino porque se amplía la base de población que cuestiona el hecho mismo de destinar tropas a morir en territorio irakí en la defensa de intereses que cada vez más son vistos como los de las empresas multinacionales.

Es demostrativa la cantidad de soldados de los ejércitos invasores que directamente deciden desertar para no volver a inmiscuirse en terreno peligroso, ya sea en Irak como en Afganistán. Es así que se comienza a extender el término que se aplica en inglés para denominar a los soldados que ya no creen en los beneficios de defender las banderas del imperio: Awol, sigla que corresponde a absent without official leave, ausente sin permiso oficial. Un Awol es un recluta que falta a su base de destino por más de 30 días. En esa situación quedaron más de mil británicos sólo en los primeros cuatro años de contienda y unos 8.000 estadounidenses hasta 2006, con un promedio de más de tres mil cada año.

Protocolos al margen
Otras áreas de conflicto que deberá enfrentar el nuevo habitante de Washington son también resabios del estilo que encabezó durante estos ocho años George W. Como su cuota de responsabilidad en el estancamiento de la negociaciones en la ronda de Doha y la negativa de su gobierno a adherir al Protocolo de Kioto, una normativa internacional para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Punto conflictivo si los hay, desde el momento en que la Unión es el mayor contaminador del planeta, responsable de una cuarta parte del total del emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de metano, óxido nitroso, hidrofluorocarbonados, perfluorocarbonados y hexafloruro de azufre.

Los (bajos) fondos del imperio, aunque en sentido territorial, también habrán de preocupar al heredero de Bush, sin ninguna duda. Porque el rotundo revés al lanzamiento del ALCA en Mar del Plata y las dificultades que tuvo la cúpula dirigente para imponer Tratados de Libre Comercio (TLC) a nivel individual implicarán seguramente un rediseño de la política a nivel regional. No escapa a este análisis la percepción que se tiene en los despachos del poder central sobre gobiernos como los de Hugo Chávez, Evo Morales o Rafael Correa, a los que se suma la no demasiado agradable recepción a las propuestas estadounidenses en el resto de las naciones de esta parte del mundo.

En resumen, el legado con que se encontrará el sucesor de George Walker Bush el 20 de enero próximo será de tal magnitud que, bien mirado, el premio mayor en las elecciones de noviembre tal vez sea para el que no pueda acceder a la Casa Blanca. A menos que quien lo haga sea un empecinado optimista que piense en sacar a ese país de lo que parece una decadencia lenta pero constante a favor de los nuevos jugadores que amenazan ese poder: China, India, Rusia y hasta Brasil.

A.L.G.
(Publicado en Acción Nº 1010)
Segunda quincena setiembre 2008

Brasil-Argentina: vecinos inevitables

Entrevista con el historiador Fernando Devoto

La relaciones entre Argentina y Brasil parecen no solo complejas, sino ineludibles. Como, salvando las distancias, las que mantienen Francia y Alemania. Y antes de las últimas polémicas en torno de la actuación del coloso sudamericano en la ronda de Doha, hubo guerras y acercamientos entre las naciones que apuntalan el andamiaje del Mercosur. Sobre estos temas habló con Acción el historiador argentino Fernando Devoto, quien junto con el brasileño Boris Fausto publicó “Argentina - Brasil 1850-2000”. Devoto es especialista en temas relacionados con la inmigración, docente e investigador en la Universidad de Buenos Aires.

“Antes se debería aclarar cuándo nace la Argentina –se ataja Devoto- porque hasta 1860 hay un proceso de independencia de un conglomerado que era el virreinato nacido en 1776. En 1810 no hay una identidad nacional, hay identidades locales, provinciales. Y en 1820 cada provincia recupera su autonomía. Por eso este libro lo empezamos en 1850. Eso no quiere decir que no hubiera procesos de unificación, pero hay que recordar que eran proyectos sobre todo de Buenos Aires”.

-Las relaciones anteriores eran entre Buenos Aires y el Imperio.
- Yo diría que hay una lógica que viene del periodo colonial, que es un conflicto de zonas de influencia e intereses entre Brasil o Portugal y España, sobre todo en torno de la Banda Oriental.

-¿No es por la cuenca del Plata, y por razones geopolíticas?
-Eso es un poco más adelante, cuando aparece un interés de las potencias europeas para navegar los ríos. Es cierto, la Banda Oriental es un área de potencial expansión del Brasil, como lo era de Portugal. Pero los grupos dirigentes porteños están divididos acerca de la cuestión y por tanto la actitud de Buenos Aires con la Banda Oriental es ambigua.

-Incluso fomentan el ingreso de los portugueses.
-Para suprimir el poder de Artigas, eso es evidente. Y cuando él desaparece políticamente, en 1820, vuelven a aparecer las voluntades de unir dos partes que lo estaban anteriormente desde el punto de vista cultural. Los federales porteños tienden a apoyar la unificación y los unitarios tienden a no invertir en ese terreno, pero luego se produce la guerra, y es una guerra que objetivamente no se puede ganar.

-Desde el punto de vista político.
-Ni militar.

-¿Y la batalla de Ituzaingó?
-Se podía ganar Ituzaingó, ¿pero cómo se sigue? Porque Brasil tenía un estado, mientras que el nuestro era muy provisional, como en el periodo de Rivadavia. Brasil era más fuerte y tenía más recursos, inclusive humanos.

-¿Y por qué no avanzó el Imperio, entonces?
-Ahí tenemos a otro actor, que es Inglaterra. La solución británica fue que las dos márgenes del Plata no estuvieran dominadas por el mismo estado. Y eso no es un problema para la elite porteña, que en cambio ve como un problema el puerto de Montevideo, que competía con el de Buenos Aires.

-Desde ese momento se crea una situación de permanente tensión. Ellos colaboraron para la caída de Rosas, por ejemplo.
-Que uno diga que Brasil tuvo una estrategia hacia su frontera sur, es cierto. Pero el imperio se mantiene unido y el virreinato se disgrega en las guerras de la independencia. El Brasil interviene en la caída de Rosas porque lo llaman, pero Rosas también tiene proyectos de intervenir en Brasil. Van a colaborar en Caseros, pero luego no hay una política brasileña sobre la Argentina, en cambio va a haber un acercamiento con Mitre.

-Y eso va a dar lugar a la intervención en la guerra contra el Paraguay.
Efectivamente, con Mitre se cambia la lógica en el sistema de alianzas de Argentina. Pero Mitre lo hace para consolidar la situación interna, en función de los conflictos contra los federales que resisten el poder de Buenos Aires.

-¿Y la intervención británica?
-Hay un financiamiento de la guerra por parte de capitales ingleses, pero no hay pruebas documentadas de una intervención del gobierno. Y el que se endeuda por la guerra es sobre todo Brasil. La participación de Argentina es más corta y de menor intensidad. Una de las paradojas es que la guerra lleva a la caída del imperio.

-¿Qué tipo de relación se establece desde ese momento?
-La Argentina va a obtener las ventajas políticas de la guerra y Brasil las ventajas territoriales. Brasil queda con una parte del Paraguay y con una distancia política y cultural enorme, que acerca Paraguay a la Argentina. Las relaciones nuestras con Brasil se estabilizan, en cambio. Una de las razones es que son dos estados colindantes pero con una frontera pequeña. Por un lado, el Uruguay más que un tapón es un amortiguador, por el otro, Argentina inicia una expansión mucho más rápida y eficaz que la brasileña.

-¿Por qué razón?
-Porque tiene territorios inmensos que pone en producción a partir de la revolución de los transportes. La locomotora de Brasil es el café en San Pablo. Por otro lado, también hay un efecto de eslabonamiento: según cuál sea el bien primario será el tipo de actividades que se eslabonan. Por ejemplo, con el trigo se eslabona hacia atrás una pequeña metalurgia de reparación de maquinas, hacia adelante fabricas de galletitas y fideos. Con el café se eslabonan muchas menos cosas.

-Eso explicaría por qué primero se desarrolló la industria argentina.
-Y también explica el crecimiento de la población. Nosotros somos muchos más exitosos en atraer inmigración. A Brasil van subsidiados, no elegían ir a San Pablo, acá vienen espontáneamente. Nuestro mercado interno crece mucho. Pese a no tener política industrial hubo crecimiento de la industria. Brasil pasa del imperio la República Vieja, también llamada Café con Leche, que es una la alianza de los sectores ganaderos de Minas Geraes con los productores de San Pablo. Pero son poco eficaces en la construcción del estado. Antes tenían un estado más fuerte, pero en 1910 el estado argentino es mucho más moderno, abarcador y eficaz, fundamentalmente desde 1880.

-¿No había una alianza mucho más fuerte de Argentina con Gran Bretaña que Brasil?
-Hasta la primera guerra mundial, las empresas son británicas de ambos lados. Y las inversiones son más grandes acá, porque la riqueza era enorme. Luego se hace más visible la presencia de los intereses económicos estadounidenses, tanto acá como allá. La Argentina sigue creciendo después de la guerra, pero ya ellos empiezan a crecer un poco más rápido.

-También se suele hablar de la eficacia de Itamaraty.
-No siempre van juntas la política exterior y la interior. La economía argentina en 1910 es 50 % más grande que la brasileña, cuando en 1850 ellos eran cuatro veces más grandes. Siempre tuvieron una buena diplomacia, pero en general se puede decir que los conservadores nuestros fueron mucho más eficaces que los de ellos. Favorecieron la educación, la inmigración, siempre en el marco de una expansión capitalista muy amplia. La única voz que advierte algo es un economista católico, Alejandro Bunge, que dice que la frontera de crecimiento ligado al campo se acaba y es necesario tener una política industrial, ya en esa época él ve un modelo, el de San Pablo.

-¿Cómo surge el poderío industrial de San Pablo?
-Esa era la economía más dinámica de Brasil, pero el cambio más significativo se da en los años ´30, con Getulio Vargas. Vargas, en un contexto autoritario, construye el estado brasileño moderno, aprovechando la crisis económica internacional.

-¿Cómo es eso?
-Muy sencillo, en tiempos de crisis lo que primero se resiente son los consumos suntuarios. El café padece la crisis mucho más que el trigo o la carne, en términos muy banales. Así nace una alianza de largo plazo entre el estado varguista y la burguesía de San Pablo.

-¿Cómo interviene en todo esto EEUU?
-Esa fue la opción de Vargas en el ´42. La Argentina conservadora siguió una política de confrontación con EEUU, Vargas es lo suficientemente pragmático como para unirse al vencedor, incluso para salvarse de su pasado cercano al fascismo corporativo.

-Hubo entonces un antecedente del Mercosur, entre Argentina, Brasil y Chile.
- En 1945 hay transición política en ambos países, pero Vargas y los trabajadores pierden. El 17 de octubre triunfa en Argentina y fracasa en Brasil. Ellos van hacia un liberalismo. Pero en el ´50 hay una crisis y vuelve Vargas, ahora como político tradicional, con mucha oposición. La vía para consolidarse vuelve a ser una alianza con EEUU, aunque al mismo tiempo nace Petrobras. A este Vargas no le interesa una alianza con Perón.

-¿Este período culminaría con la construcción de Brasilia?
- Vargas se suicida en 1954, cuando lo están por derrocar, lo que salva el varguismo. Allá no hay una desperonización, las transiciones en Brasil son más suaves. Brasil sigue creciendo 1% anual desde el 20. Pero ese es un crecimiento sin distribución. La sociedad argentina no toleraría una situación así por mucho tiempo, esa es otra diferencia. Cuando se compara, yo me quedo con la sociedad argentina, aún como está hoy. Como sea, llega al poder Juscelino Kubischek, que señala ese rumbo encarnado en Brasilia. Se produce una gran brecha con el gobierno de Frondizi, que establece políticas de desarrollo industrial similares, pero ellos tienen éxito y nosotros no.

-Sin embargo hay un golpe en 1964.
-Si, pero hay continuidad en la política económica, que sigue siendo proteccionista. Acá el golpe es en 1966, cuando cae el gobierno de Illia, que había tenido los índices de desarrollo más grandes de ese periodo.

- Se dice que en Argentina el proyecto de industrialización terminó con el golpe de 1976.
-Yo iría un poco más atrás, al rodrigazo. En el 75 se corta el modelo de sustitución de importaciones. En Brasil no se corta.

-Pero ya en 1972 Nixon decía que Sudamérica irá para donde vaya Brasil, confían en esa una clase dirigente.
-Si, eso puede ser. Pero no podemos decir que Lula sea lo mismo. Acá hay un dato a tener en cuenta: el varguismo no sobrevivió al golpe militar de 1964. La industria siguió creciendo y surge una nueva clase obrera, en el ABC de San Pablo. El anterior era otro sindicalismo, creado por Vargas desde arriba. Perón había incorporado a la vieja guardia sindical, no es lo mismo. La clase trabajadora actual en Brasil se articula a través del PT de Lula.

-Podría decirse que Lula termina de consolidar el proyecto industrialista.
-Es que Brasil ya es una potencia mundial. En el 1951 el PBI de ambas naciones se equipara, en 1970 ya es el doble, y ahora es tres veces mayor el de ellos. Es una tendencia general. Entre el 75 y el 2001 hubo una gran depresión en la Argentina, otro dato.

-¿Cómo explicar esta nueva alianza entre Argentina y Brasil?.
-Mi punto es ¿si no es Brasil qué? En las pocas cosas que yo participé, vi más interés en ellos en la alianza bilateral, por lo menos en iniciativas académicas. El libro fue a propuesta de ellos. Cada vez que volvemos a crecer un poco decimos que podemos salir solos, y no es así. La salida es solamente regional, tal vez con el Unasur. Con Brasil hay una lógica histórica. Alemania y Francia necesitan constituir un eje estabilizador, igualmente podrían ser Argentina y Brasil en Sudamérica.

A.L.G.
(Para Acción)
Primera quincena octubre de 2008

Huracanes por Haití

Ensayo sobre la miseria

El portugués José Saramago no hubiera imaginado de modo más dramático este escenario de desesperación extrema que desde principios de setiembre viven los haitianos: robos de alimentos entre pobladores hambrientos, violencia desatada por peleas en torno de los artículos más esenciales -como algunas gotas de agua potable-proliferación de enfermedades contagiosas entre los miles de evacuados. “Esto es lo más cerca al infierno en la tierra”, fue el lapidario testimonio de la representante de la ONU en Haití, Hédi Annaba, luego de visitar Gonaives, tal vez la zona más pobre dentro del país más pobre del continente y donde en consecuencia se registraron los mayores daños, tanto en términos humanos como materiales.

Cierto es que el sector occidental de la isla La Española fue atravesado por una serie de impresionantes tormentas, al punto que se computaron tres fuertes huracanes en diez días. Pero las condiciones de miseria e imprevisión en Haití, una situación que viene de lejos, y la escasa disposición de organismos internacionales para encontrar otro tipo de soluciones que no pasen por desplegar la fuerza de paz que ocupa el inestable país caribeño desde 2004, no hacen más que, si no fomentar, al menos permitir este tipo de calamidades.

Las cifras estimadas de la tragedia no pueden ser más impresionantes: el paso sucesivo de los huracanes Gustav, Ike y Hanna y otras dos tormentas menores dejó un balance provisional de más de 600 muertos –algunos durante los vendavales, otros ahogados en las inundaciones posteriores, y muchos asesinados en el contexto de luchas entre pobres- y más de un millón de desplazados, con las casas destruidas y sin ninguna esperanza de cambiar su situación en breve, ya que una reconstrucción inminente suena ilusoria.

Las agencias de noticias internacionales resaltaron un ejemplo que ilustra sobre la cuestión: en el hospital ambulatorio instalado por Médicos Sin Fronteras (MSF) en el barrio Raboteau, de Gonaives, un hombre resultó “masacrado, su cabeza fue aplastada a golpes por una muchedumbre que lo creyó un ladrón”, según informó Massimiliano Cosci, jefe de esa organización en Bélgica. El desdichado había intentado visitar a un pariente internado con graves heridas. Los médicos, resaltó MSF, nada pudieron hacer para evitar el desenlace. Ni siquiera estuvieron en condiciones de entregar el cadáver, ya que no pudieron averiguar su lugar de residencia.

Olor a muerte
Pero ese no parece un problema inusual en la zona, según relatan los testigos de estos días terribles para Haití. Cuentan los cronistas que por las calles de las poblaciones devastadas se veían por todos lados cuerpos sin vida de seres humanos y animales. "El olor a la muerte es muy desagradable en Gonaives. El número de muertos podría ser enorme", contó el inspector Ernst Dorfeuille, jefe de la policía local. En la cercana de Cabaret, por caso, nadie abandonó su vivienda a pesar de las advertencias, porque, según le dijo un poblador al periódico The Miami Herald, “no teníamos adonde ir”.

En un contexto semejante, las caravanas con vehículos de ayuda humanitaria que a cuentagotas llegan a la isla, viajan escoltados por la policía o tropas de los cascos azules de la ONU. Son muchos los que tanto en Haití como en otros países cuestionan la intervención de la denominada Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH). El grupo militar, en el que intervienen efectivos de varios países –incluso Argentina- está coordinado por Brasil y fue desplegado en Haití en junio 2004 tras la destitución de Jean-Bertrand Aristide.

Para algunos, esto representa una odiosa intervención en los asuntos internos haitianos que en nada ayudó a la pretendida estabilización del país. Durante este período, además, hubo graves denuncias sobre excesos cometidos por las tropas ocupantes contra la población haitiana. El suicidio del general brasileño Urano Teieira da Matta Bacellar, en enero de 2006, fue considerado también una señal de que ese no era el mejor destino ni siquiera para los altos jefes de la misión. Bacellar, de 57 años, dirigía la MINUSTAH y se disparó su propia arma en un hotel de Puerto Príncipe, en circunstancias nunca aclaradas del todo, a pocos días de retornar de una visita a su familia, en Río de Janeiro.

Pero más allá de esas elucubraciones, en esta circunstancia en particular las críticas contra los organismos internacionales destacaron que es totalmente incorrecto culpar exclusivamente a la naturaleza por la devastación de Haití. Porque nadie parece haber hecho demasiado para tomar las previsiones del caso luego del alerta del Centro Nacional de Huracanes ubicado en Florida (EE.UU.), que había informado sobre la inusitada violencia que habrían de tener las tormentas que normalmente azotan la región para esa época del año.

Como prueba de estas palabras, los críticos acercan datos sobre lo que la cadena de tempestades dejó en otras zonas cercanas: en Santo Domingo, que comparte la isla, si bien la violencia ciclónica fue menor, produjo un par de muertes, en un caso por una palmera que cayó sobre un automóvil. En Estados Unidos ,a cifra trepa a los 40 muertos. En cambio en Cuba, donde se habían preparado para lo que fue la peor tormenta en 48 años, la cantidad de muertes no llegó a la decena. Hubo varios pueblos inundados y daños a unas 320.000 viviendas en la isla, de las cuales unas 30.000 resultaron derrumbadas. Pero claro, ante la información de lo que se venía ordenaron evacuar ordenadamente y tomaron las previsiones de manual que corresponden para estos casos. Un viejo documento de la ONU, de 2004, destaca que el riesgo de morir en Cuba por un huracán era más de 15 veces menor que en Estados Unidos y 81 veces que en Haití.

Mafias
El huracán Ike, uno de los más violentos esta temporada, alcanzó vientos sostenidos de casi 230 kilómetros por hora. El gobierno haitiano había reconocido que varias zonas del país permanecían a una semana del cataclismo incomunicadas por la caída de puentes y por la destrucción de carreteras. Oficialmente se habló en forma genérica de “varios miles de damnificados”, aunque en forma extraoficial se hacía ascender ese número a casi un millón, cerca de la mitad de la población total de la nación. El Subsecretario General de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, definió la situación de Haití como “verdaderamente desesperada”. Holmes calculó, de acuerdo a los informes de los representantes de ese organismo, que el país necesitaría una ayuda urgente de unos de 100 millones de dólares para recuperarse de los consecuencias de los ciclones.

La flamante primera ministra de Haití, Michèle Pierre-Louis, reconoció a su turno que había problemas para la distribución de la ayuda entre los damnificados. Más aún, admitió que parte de la ayuda no está llegando a los afectados y que grupos a los que no identificó armaron estructuras de tipo mafiosas para hacerse de artículos de primera necesidad que llegan al país para venderlas luego a los desesperados (que pueden juntar dinero a como dé lugar). "Cada vez que hay situación de emergencia, los malhechores se aprovechan", justificó en una rueda de prensa en la capital haitiana. Pierre-Louis enfatizó que en Gonaives "hay personas que confiscan las donaciones para venderlas". La funcionaria se comprometió ante los periodistas en que apelaría al uso de la fuerza pública para corregir esos desmadres. Algo que sonó virtualmente imposible de sostener en este clima de disolución de los valores sociales que se extiende en la nación desde hace décadas.

Oscuros pronósticos
Desde hace añares, Haití enfrenta un escenario de miseria del que parece no haber salida. En abril pasado, el país fue noticia por las violentas protestas de la población frente al alza exorbitante en el precio de los alimentos de primera necesidad y los combustibles. Se registraron al menos cinco muertos y el primer ministro Jacques Edouard Alexis tuvo que renunciar. Su reemplazante, la economista Michele Pierre-Louis, asumió recién el 5 de setiembre pasado, cuando el vendaval ya se había esparcido en Haití con su secuela de destrucción.

Entre las prioridades que deberá enfrentar la primera mujer en ocupar ese cargo en la nación está justamente el control de los precios. Y los informes económicos no le son favorables, ya que se auguran nuevas hambrunas en los meses siguientes por la pérdida de gran parte de la cosecha de arroz, el principal alimento de los nativos.

La ciudad portuaria de Gonaives, la más afectada por el temporal, es precisamente la capital de la región arrocera de Artibonite. Según la ONG Christian Aid, cerca de la tercera parte de la producción anual de arroz del país, que asciende a unas 60.000 toneladas, resultó destruida por las inundaciones. Las protestas de abril pasado podrían, a partir de este dato, convertirse en mera anécdota frente lo que se avecina si el presidente René Préval no toma esta vez las medidas adecuadas.

A.L.G.
(Publicado en Acción Nº 1011)
Primera quincena octubre 2008