viernes

Los superhéroes del márketing político

A fines del siglo pasado, Argentina se desayunaba con la llegada de asesores de imagen estadounidenses para la campaña que llevó al gobierno al radical Fernando de la Rúa. Su principal contendiente, Eduardo Duhalde, se había traído a la estrella del momento, James Carville, gestor de la campaña que llevó al poder a Bill Clinton. La Alianza no se había quedado atrás y convocó a Dick Morris, que había trabajado para los republicanos. Ante las pocas posibilidades que mostraba el candidato peronista, llegó el brasileño Duda Mendonça, que se había posicionado junto a Lula da Silva en 2002, pero tampoco pudo hacer mucho por el ex gobernador bonaerense que, sin embargo, de todas maneras ocuparía el sillón de Rivadavia un par de años más tarde. Otros consultores de marketing político tendrían su cuarto de hora de fama hasta llegar al inefable ecuatoriano Jaime Duran Barba.
Por estas horas, un experto en vender candidatos se ufana de haber hecho otra marca en la culata de su Colt: se trata del venezolano Juan José Rendón Delgado, más conocido como JJ Rendón o directamente JJR, un caraqueño que ostenta un récord de 26 candidatos ganadores y sólo tres derrotas: las tres en su país natal y a manos del chavismo. El presidente Nicolás Maduro lo tildó hace poco de "piltrafa humana" no sólo por las características de sus campañas –decirles sucias puede sonar a flojo– sino por la saña en contra del modelo chavista que despliega en todo el mundo. Como es de rigor, JJR reside en Miami. Y su vuelta a Venezuela se torna complicada en virtud de una causa por violencia de género abierta en un juzgado que pidió a Interpol su captura.
JJR fue el hombre detrás de la campaña de Juan Orlando Hernández, proclamado presidente electo en Honduras. Ya había asesorado a Porfirio Lobo Sosa, el hombre del Partido Nacional que ganó los comicios de 2009 tras el derrocamiento de Manuel Zelaya. Dice que la democracia corre riesgo en América Latina y que en Venezuela directamente hay una dictadura. Pero, al mismo tiempo, aplaude el fervor democrático de la dirigencia hondureña, ignorando el golpe de 2009. JJR tiene otros galardones en su haber. Entre ellos, las campañas de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos en Colombia y la de Enrique Peña Nieto en México. Su debut había sido con Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera en su patria.
Hernández no perdió tiempo este domingo, luego de declararse ganador, para enviar un mensaje de reconocimiento al que considera factótum de su éxito electoral. Y, como un futbolista, que suelen hablar en infinitivo, declaró: "Agradecer a un gran amigo, a un artífice de dos victorias consecutivas del Partido Nacional como estratega general de la campaña, a JJ Rendón, que hoy no está aquí presente por un montaje que le hicieron (por la causa penal), por defender los derechos civiles de todo el mundo, esto nos demuestra que la gente no vota por los ataques a los consultores, vota por lo candidatos y yo le digo a JJ, allá en Estados Unidos: te esperamos para la toma de posesión el 27 de enero que será tu cumpleaños, y eso será también algo que vamos a compartir, y a todos los miembros del equipo de JJ que lucha incansablemente por la democracia para que prevalezca y no retroceda en nuestro continente; mi cariño y aprecio de siempre." JJR devuelve gentilezas diciendo que "seguir hablando de un gobierno espurio, sacado de un proceso irregular, es desconocer lo que realmente pasó en Honduras".
Hernández es un empresario hondureño proveniente de una familia de clase media rural lo suficientemente próspera como para alimentar y dar estudio a 17 hermanos (JOH es el número 15). Abogado de profesión y nativo del departamento de Lempira, que es el nombre de un cacique que luchó contra los españoles cuando la conquista y fue asesinado mientras estaba negociando un acuerdo de paz con los invasores. Lempira es también es, en su honor, el nombre de la moneda nacional, que cotizaba ayer a 20 por dólar. JOH estudió en el Liceo Militar del Norte y tras graduarse en Tegucigalpa hizo un máster en Administración Pública en Estados Unidos. Desde 1998 es elegido diputado al Congreso Nacional, lo que no impidió que siguiera creciendo su fortuna. Tiene plantaciones de café, hoteles y un pequeño grupo de radios y televisoras en su distrito. Tras el golpe ocupó altos cargos en la asamblea y fue presidente del Congreso con Lobo en el gobierno. Sus críticos dicen que se manejó de un modo tan autoritario que hasta el rico dirigente empresarial Adolfo Facussé, uno de los que más hizo para voltear a Zelaya, lo llamó "pequeño dictador en ciernes".
JJR le diseñó a JOH una campaña bastante sencilla que le alcanzó para ganar y quebrar una tendencia histórica: a un gobierno del PN le seguían dos del Partido Liberal. Zelaya fue presidente por el PL pero, esta vez, su esposa Xiomara Castro fue con su propia agrupación, Libre, con la que le mordió los talones a JOH –todo indica que oficialmente terminarán 35 a 29 por ciento–. Si Libre y el PL hubiesen ido juntos, habrían sumado un 49%, un triunfo sí demoledor. Pero algo pasó en Honduras en estos años.
Las consignas de JJR pueden verse en una foto que circuló por la Web donde el consultor aparece, didáctico, frente a un cartel con algunas frases. "Repita después de mí, JOH, *izquierda radical, *los violentos son ellos, *la crisis del 2009, *pleito entre liberales, *dónde está XCZ, *soy inteligente."
Son latiguillos que todo partidario de JOH debía repetir aunque no viniera a cuento: XCZ (Xiomara Castro de Zelaya) es la izquierda radical, los violentos son ellos, que también produjeron la crisis de 2009 (fue una crisis, no un golpe, se entiende). Votar a XCZ o al representante del PL es meterse en un pleito entre liberales, la candidata no aparece y, finalmente, soy inteligente. Es decir, voto a JOH porque soy inteligente. Con eso sedujo a poco más del tercio de la población.
JJR se fue de Venezuela luego de que Chávez ganara el referéndum revocatorio, en 2004. Cuando recaló en Colombia, la revista Semana le dedicó una amplia cobertura a sus antecedentes. Mostraba el CV que él mismo había colgado en su web, donde se presenta como recibido en Psicología en la Universidad Católica Andrés Bello, con un posgrado en Desarrollo Organizacional y especializaciones en Psicología de la Comunicación y Masas, Planificación Estratégica y Gerencia en Publicidad y Mercadeo, además de estudios en Rumorología, Memética, Cinético-Proxémica y Liderística, todas ellas disciplinas seudocientíficas laterales a la Psicología. También dice que obtuvo un posgrado en Italia en Ontopsicología.
Según los difusores de esta novedosa rama de las Ciencias Sociales, "la Ontopsicología forma parte de una postura filosófica oficial de la teología vaticana que intenta retomar la conducción de la cultura en el ámbito greco-latino". Y agrega que esta orientación resulta ser "un reciclaje de la metafísica escolástica, pretendiendo con ello retomar el control de toda la cultura, través del manejo psicológico de extensos grupos sociales (Santibañez-H. 1997, Wojtyla, J. Pablo II, 1998)".
En su ya tradicional disputa con el chavismo y ahora con Maduro, en uno de sus últimos tuits JJR le recomienda al presidente bolivariano que escuche las lecciones de economía del español Jesús Huerta de Soto Ballester, uno de los más notorios seguidores en la península del pensamiento del ultraneoliberal austríaco Ludwig von Mises.
Según Semana, hasta octubre de 2007 JJR era poco conocido en Colombia, cuando el congresista Nicolás Uribe de la U, "lo amenazó con destruir su carrera política e inventarle una historia en la que lo vincularía en líos con prostitutas (…) con el objeto único que intercediera por la destitución de un funcionario del alto Gobierno". Tres años más tarde, y cuando la justicia desechó una denuncia penal por el caso, su abogado dijo que, pudiendo presentar una demanda por calumnias contra el ex legislador, "mi cliente, en su inmensa generosidad ha decidido no interponer ninguna acción legal".
JJR recibió condecoraciones por su "contribución a la democracia". En 2011 le entregó una medalla Porfirio Lobo, "por su incursión en los procesos democráticos en América Latina y su experiencia en el área del marketing político". Un año después, los alcaldes y un congresista del sur de Florida, en Estados Unidos, le entregaron otro premio en el Hotel Intercontinental Doral de Miami. "Por sus exitosos 25 años de defensa y construcción de la democracia", era el lema. "Por su afirmación de que trabajaba sólo para candidatos opuestos al eje castro-chavista", explicaban.
El otro latinoamericano que pretende anotarse para el podio del marketing político, Duran Barba, estuvo en Honduras junto con su socio Rodrigo Lugones, confirma el diario La Prensa. No le fue bien, su "pollo" Mauricio Villeda (tocayo de Macri) salió tercero con poco más de 20% de los sufragios, según el TSE. Duran Barba y Lugones están acusados en la causa por la campaña sucia contra el padre de Daniel Filmus en 2011, que todavía duerme en un despacho judicial. Lugones también tiene su carrera: comenzó con De la Rúa y luego trabajó para los demócratas en Estados Unidos.

Tiempo Argentino
Noviemnre 29 de 2013

Elecciones cruciales y precio justo

Comienzan tres semanas cruciales para la democracia de América Latina, con elecciones presidenciales en Chile y Honduras y municipales en Venezuela. En la primera de esas citas, este domingo, Chile finalmente puede poner punto final al golpe contra Salvador Allende y al legado de 40 años de pinochetismo.
Así lo entiende la gran favorita, Michelle Bachelet, que si las encuestas no se equivocan tanto, puede volver al Palacio de la Moneda en primera vuelta. Por eso sabe que tiene una oportunidad única para refundar una nación sumida de modo violento en el neoliberalismo. La candidata de Nueva Mayoría prometió "reformas de fondo" y entre ellas citó en primer lugar instaurar una educación gratuita, universal y de calidad, obedeciendo al clamor de los estudiantes, que desde hace tres años atruenan las calles apuntando al corazón del modelo pinochetista: un sistema elitista que sirvió para diseñar una sociedad desigual en la que para ascender en la escala social muchas familias hipotecaron su vida y quizás hasta su dignidad.
Como una cosa lleva a la otra, esa reforma implicará un aumento de las erogaciones públicas de entre el 1,5 y el 2 % del PBI. Para lo cual se necesitará modificar el régimen tributario y así compensar ese desbalance –que para la izquierda representa una inversión y para la derecha un gasto–, cosa de recaudar ese por ciento del PBI más.
Pero la verdadera reforma es la de la Constitución, el último legado pinochetista, pergeñada en los albores de los 90, cuando ya se estaba yendo, como para que gane quien ganare nada cambie. Cierto que hubo retoques en estos años, pero lo esencial sigue siendo el mismo esquema político que dejó el general genocida.
De allí que si bien la Concertación estuvo en el poder desde ese 1990 hasta 2010, no hubo nada demasiado nuevo bajo el sol chileno. Contra eso es que los jóvenes se vinieron quejando. La derecha había tenido tuvo mucho que temer hasta que los vientos se hicieron huracanes.
Por eso los pases de factura de los últimos días sobre la candidata que eligieron para suceder a Piñera, le controvertida Evelyn Matthei. La mujer forzó que la designaran y muchos la pensaron como un mal menor. Estaban seguros de que nada pondría en riesgo su posición como poder real.
Pero esta vez la alianza centroizquierdista es más amplia –a la vieja Concertación se incorporó el Partido Comunista– y además se mantiene como tercero en la discordia Marco Enriquez-Ominami, con lo que los guarismos que espera Matthei la ubican como segunda por poco o incluso tercera. Una cosa es tener votos como para bloquear reformas a la Carta Magna, otra es tener que aceptar reformas y no conseguir una minoría suficiente como para mantener sus privilegios en el papel.
"Debemos terminar con los cerrojos de las leyes orgánicas constitucionales, con los quórum tan altos y con la labor preventiva del Tribunal Constitucional, que puede parar una ley, porque todavía no ha terminado su discusión", se explayó la mujer que ya gobernó al país, aunque en otro contexto, entre 2006 y 2010. "El pueblo chileno merece que la Constitución Política reconozca y garantice sus derechos", resume la ex secretaria de ONU Mujeres.
Bachelet apunta a cambiar las leyes represivas que regulan el trabajo y al fortalecimiento de la organización sindical. Además, intentaría crear una Administradora de Fondos de Pensiones estatal que compita con el actual sistema jubilatorio, exclusivamente privado, que diseñó siendo ministro José Piñera, hermano del actual mandatario. Otro ítem de medio centenar de propuestas gubernamentales habla de una ley para determinar "los límites de la concentración de la propiedad de los medios de comunicación social."
La reforma de la Constitución fue la excusa para darle el golpe a Manuel Zelaya en Honduras en 2009. El presidente estaba terminando su mandato y apenas quería colocar una urna en una elección para que la población dijera si es que quería o no modificar la Constitución. Pero era mucho para el establishment.
A cuatro años de aquel baldón, su esposa, Xiomara Castro, aparece como primera en las encuestas para los comicios del 24 de noviembre, aunque por un margen muy estrecho. Candidateada por el partido Libertad y Refundación (Libre), la señora de Zelaya se ofrece como alternativa a los proyectos neoliberales en danza.
Xiomara Castro dijo en un discurso en Santa Rosa de Copan: "Aquí hay agricultores, queremos una constitución que refleje cómo vamos a desarrollar nuestro país. Aquí hay maestros, queremos una Constitución donde se defina cual es la educación que queremos para nuestros hijos e hijas". Para ser más clara, agregó que "en el primer día, cuando me pongan la banda presidencial, mis primeras palabras serán: convoco a la Asamblea Nacional Constituyente para una nueva Constitución e iniciar el proceso de refundación de nuestra patria tan querida, Honduras".
"Libre propone la reconciliación y la refundación nacional para inaugurar una nueva era de paz, de diálogo, de grandes acuerdos sociales, de libertad, de prosperidad y de ideas en democracia", declaró hace unos días en un encendido discurso en un hotel de Tegucigalpa.
Entre la audiencia estaba la embajadora de Estados Unidos, Lisa Jean Shapiro de Kubiske, una diplomática neoyorquina que no tuvo el menor empacho en inmiscuirse en la campaña. Aunque no señaló a quién se debería votar, si propuso que fuera por alguien que defendiera el mercado y la libertad de expresión. Lo deslizó ante estudiantes de la Universidad de San Pedro Sula.
"Examinen seriamente sus propuestas. ¿Cuáles reflejan su propia visión? ¿Cuáles pueden ser realísticamente implementadas porque han sido bien pensadas, tomando en cuenta cómo pueden ser financiadas? Decidan cuáles candidatos son los mejores", arengó.
En La Prensa, el principal diario hondureño, cuando asumió su cargo, hace dos años, le hicieron un artículo que de tan laudatorio resultaba empalagoso. Basta con solo los subtítulos (y ver las fotos de la mujer a los arrumacos con su marido, el consorte diplomático): La llegada de la gran dama, Enamorada y feliz, Comienza un gran camino, Un día con la embajadora.
Dice en esa nota que su mundo ideal es aquel en que "toda la gente pueda estar completamente alegre viviendo una vida que le da satisfacción, tiene que ser un mundo sin violencia y que cada persona pueda desarrollar su potencial y que hay relaciones intensas en forma positiva".
Otro asistente a ese discurso capitalino de Castro era Adolfo Facussé, uno de los empresarios más poderosos de Honduras, presidente de la Asociación Nacional de Industriales y uno de los principales impulsores del golpe contra Zelaya. Facussé fue el que en 2009 justificó el derrocamiento con esta frase que merecería figurar en un pedestal: "Si vas manejando y se te cruza un perro en un lado de la calle y una señora del otro, ¿qué haces? Matas al perro por no matar a la señora." Quizás ahora la opción sea más cercana a lo que él consideraba como un perro, por eso señaló que "es hora de cambiar".
Los empresarios juegan un papel preponderante también en la Venezuela de estos días. El 8 de diciembre hay elecciones municipales. Normalmente no debieran ser comicios tan preponderantes para el análisis político. De hecho el oficialismo mantiene el 80% de los municipios bajo su férula y es difícil saber si eso cambiará de manera drástica.
Pero un resultado muy adverso al PSUV podría alentar a la oposición, que todavía tiene a Henrique Capriles como su referente, a forzar un referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro o para seguir con el trabajo de "cepillado" de su gestión. En 1998, lo primero que hizo Chávez al calzarse la banda presidencial tras obtener el 56% de los votos fue anunciar una Asamblea Constituyente. Sabía los riesgos de gobernar con el arma institucional diseñada por la derecha.
Su sucesor, Nicolás Maduro, enfrenta un boicot patronal con desabastecimientos y una inflación sin límite. Para contrarrestarla, ordenó la ocupación de locales comerciales donde se comprobó acaparamiento y especulación y la justicia hizo detener a una treintena de empresarios bajo cargos similares. "Vendimos más del 50% de la mercancía, la cual rebajamos 15% y 20 por ciento. Aún mantenemos ganancias dependiendo del producto, porque no todos tienen la misma rotación", declaró al diario Ultimas Noticias de Caracas Ángel Rodríguez, de la tienda Asiamérica. El periódico revela además que los artefactos en Electrohogar fueron bajados entre 5% y 15% "y la gente arrasó con todo".
El problema radica en la obtención de los dólares, que el gobierno administra y entrega mediante fuertes registros oficiales. Por eso se elaboró una tablita para determinar el precio de una mercadería. Se suma Precio del dólar oficial +Costo de nacionalización del producto+ Costo de salarios y alquiler de local+ 30% de ganancia+ IVA. Ese sería el precio justo.

Tiempo Argentino
Noviembre 15 de 2013

domingo

Ignacio Ramonet: "La ausencia de Chávez se nota en toda la región"


  Ignacio Ramonet nació en Redondela, cerca de Vigo, en España, pero desde muy chico vivió en Tánger, donde sus padres republicanos se habían exiliado del franquismo. Luego recaló en París, donde dirigió Le Monde Diplomatique. Hoy es uno de los máximos referentes de la izquierda a nivel mundial. Como miembro fundador del Foro Social Mundial, se le atribuye la frase "Otro mundo es posible". Luego de varias publicaciones sobre análisis político y medios –es un firme defensor de la ley recientemente declarada constitucional por la Corte argentina– incursionó en el terreno biográfico con una larga entrevista con el Subcomandante Marcos, en 2001, que lo llevó a las Cien horas con Fidel, indispensable para saber quién es el líder de la revolución cubana. De paso por Buenos Aires para presentar la tercera etapa de esta saga, Hugo Chávez, mi primera vida, habló con Tiempo Argentino sobre lo que significó para el proceso de integración regional el presidente bolivariano, de quien todavía suele hablar en presente.

 
–En el libro usted reconoce que al principio desconfiaba de Chávez. Pero luego vio antes que otros quién era el personaje. Se ve que no le tiene miedo a los caudillos.
–Bueno, (Francisco) Franco era un caudillo.
–Me refiero a la imagen demoníaca que se suele dar de los líderes populistas latinoamericanos.
–Sí, claro, pero Chávez no era verdaderamente un caudillo. Yo lo conocí muy bien a (el ex presidente) Carlos Andrés Pérez y él sí que era un caudillo. 
–¿Cuál sería la diferencia?
–Carlos Andrés era un hombre de aparato, con influencias internacionales, que realmente pensaba que la solución estaba afuera de Venezuela y Chávez es un hombre con una relación fusional con el pueblo, que sabe que la solución para Venezuela está dentro de Venezuela. Carlos Andrés era un caudillo también en el sentido de movilizar masas. Chávez dice que estaba impresionado de joven por Carlos Andrés.
–Es curioso, no habla mal ni de Pérez ni de Rafael Caldera, y eso que estaban en las antípodas.
–Es que Chávez, primero, es una buena persona, no es vindicativo. Fíjate que le dan un golpe de Estado, lo van a fusilar y los soldados se niegan a obedecer, y regresa y no toma ningún tipo de represalia. No hay un juicio, y al jefe del golpe, Pedro Carmona, lo pone en residencia vigilada y de allí huye a Colombia. De igual manera le tiene respeto a Caldera, reconoce que no era un hombre corrupto. Sobre la política de Carlos Andrés puede ser muy duro, pero sobre el hombre no hay ninguna palabra ofensiva. Él era un hombre muy respetuoso, un caballero, igual que Fidel. Un hombre que jamás tendrá un rasgo vulgar, mediocre. Por otro lado, la gran característica de Chávez fue que todo lo sometió a elección. Siempre. Era un hombre profundamente democrático. Para alguien que había hecho una rebelión militar, al que acusaban de ser golpista…
–El libro le llevó cuatro años.
–De conversaciones, tres años. Son como 200 horas. Tres o cuatro veces al año yo iba y nos reuníamos. Nos juntábamos por fechas. Él me pedía que le dijera de qué momento quería hablar y se preparaba muy seriamente. Tenía fotos, libros en una mesa, sus hijas en particular estaban encargadas de hacer ese trabajo de documentación. Nos aislábamos tres o cuatro días, no hacía ninguna otra cosa. 
–¿Dónde se encontraban?
–Empezamos en los Llanos porque quería que conociera su tierra. Luego lo hicimos en casas de varios amigos, y en sus dos apartamentos de Caracas. Él tiene uno pequeñito en el Palacio de Gobierno, en Miraflores, y otro en la residencia presidencial, la Casona, que apenas ocupa. Nos hemos pasado días trabajando, en las fotos se ve cómo yo estoy cayéndome de sueño, porque eso empezaba a las diez de la mañana y terminaba a las cuatro de la mañana siguiente. Él se levantaba tres o cuatro veces para tomarse un café, que los bebía en permanencia. Tomaba 30 o 40 al día.
–En el libro da la impresión de que Chávez está ahí, hablando.
–Absolutamente, claro que es así. Hay muy pocas correcciones al libro. No quiso corregirlo. Lo leyó y se lo dio a leer a Fidel y él le dijo: "No te metas a corregir, no hagas como yo hice, que me pasé semanas trabajando."
–¿Fue diferente trabajar las Cien horas con Fidel?
–Con Fidel era más complicado, porque Chávez era militar, entonces, si se compromete, se compromete y ya. Al principio, con Fidel también era así, muy estructurado. Pero luego me llevaba con él. Viajaba, daba un discurso, inauguraba una cosa, toma de posesión de un presidente... por ejemplo, fuimos a Ecuador y trabajábamos en el avión. Fue muy entrecortado, no era fácil. Y al final prácticamente había que agarrarlo y él me decía: "Pero Ramonet, tú no quieres que yo gobierne." 
–Esas entrevistas tienen ese estilo y esa profundidad de las que hacía la revista Playboy.
–¡Sí! Las he leído muchísimo, excelentes. Decíamos que nos daban el pretexto para leer la revista. Una de las mejores entrevistas con Fidel está en Playboy, y está citado en mi libro, una excelente entrevista. Eran muy preparadas, muy profundas. En Francia había un semanario, L´Express, que hacían unas entrevistas cada semana en profundidad con escritores, dirigentes políticos, científicos, que eran absolutamente apasionantes. Pero en este caso, curiosamente un libro ha traído al otro. Yo le hice una larga entrevista al Subcomandante Marcos, pequeñito. Estuve tres días, él quería verme, me invitó y allá estuve. La idea era hacer conocer al personaje. Fidel lo leyó y me dice: "Oye, qué tipo este, ¿como se llama?" "Subcomandante Marcos" "¿Qué es eso de sub?, porque lo de comandante lo inventé yo, antes eran todos generales, como en la revolución mexicana. Entonces, nosotros tomamos el grado más bajo de la oficialidad, que es comandante. Luego todos se pusieron comandante, pero este dice subcomandante, ¿qué quiere decir eso?" (risas) Y yo le respondía: "Es muy claro, para Marcos el comandante es el pueblo, y el subcomandante es el que obedece al pueblo." Y Fidel decía "Aaaaah, así es, claaaaro, está bien eso, es una buena idea."
–Qué personaje también, Fidel.
–Ah, evidentemente. Un pensador, un dirigente. Pero como decía, Fidel me dijo: "Mira, tú no tienes tiempo, pero yo no me quiero morir sin decir cierto número de cosas." Yo le dije: "Pues hagamos un libro." "No, tú no vas a tener tiempo", me dice. "¿Cómo que no, comandante?, lo encuentro al tiempo." Y así lo hicimos. Y ese libro le apasionó a Chávez. Lo tenía anotado, lo comentaba con él, aprendió mucho allí sobre la política de Fidel. Entonces yo le dije: "Bueno, hagamos uno también." Le pareció interesante hablar sobre una parte que no era la actualidad.
–Para desdemonizarse.
–Eso le propuse. Le dije: "A usted no lo conocen, y si hablamos del período actual aparecerá como un pretexto. Hablemos de usted cuando no estaba tan directamente en la política, que la gente lo conozca humanamente. Porque no se le conoce." De hecho, quiso dejarlo como testimonio para la historia. Y lo hizo muy seriamente. Cuando terminamos de grabar no estaba enfermo. En junio de 2011 le encontraron la enfermedad y nosotros grabamos en 2008, 2009 y 2010. En 2011 yo estaba desgrabando y le entregué el libro el 1 de diciembre de 2012.
–¿Cómo repercutió en él el tema de la enfermedad?
–Él había visto a la muerte de cerca, con el golpe de Estado estuvieron a punto de fusilarlo. Pero esta es una enfermedad –y no cualquiera– que lo toma en pleno ejercicio del poder. Con plenos deseos de llevar a cabo lo que se proponía. Muere a la edad de 58 años, o sea que tiene por lo menos diez años de vida política en el poder o en actividad. 
–¿Cómo ve la situación de América latina desde su muerte?
–Se nota su ausencia en todo lo que es el proceso de integración. Chávez es un creador, un hombre con una imaginación política. No es fácil inventar en nada, pero en política es más difícil. Fidel es un inventor fuera de lo común y eso le permite ganarle la batalla a EE UU. Chávez era igual, por eso se entendían bien. Chávez era capaz de pensar lo impensable, de tener ideas y de tenerlas en abundancia. Y, además, tener la disciplina y la voluntad de llevarlas a cabo. Eso creó esta aceleración de la integración. En poco tiempo se creó el Alba, la Unasur, la CELAC. Se creó el Sucre, el Banco del Sur, Petrocaribe, nunca se había avanzado tanto. Y de todo esto el motor, el manantial de esas ideas ya no existe. Además, era un pedagogo y la gente agradecía eso. Porque cuando tú te apoyas en la inteligencia de la gente, la gente te lo agradece. Yo estuve conversando con Cristina hace un año, cuando él estaba enfermo y ella me decía: "Lo necesitamos absolutamente, cuando él está enfermo se nota en toda América Latina." Y recordaba que cuando intentaron un golpe de Estado a Correa, o a Evo, inmediatamente se telefoneaban, Hugo se movilizaba. Había una coordinación, era un hombre de contacto muy fácil, muy cariñoso, muy caluroso. Así era con los presidentes de cualquier color. Un tipo como Piñera o como Santos, que no son de la misma escuela, tenían una muy buena relación con él. Porque Chávez como persona era alguien que tú sólo podías amar, querer, un tipo simpático, agradable inteligente, culto. Esa relación, eso, ya no existe. Y se nota, yo creo, que en la dinámica de la integración. 
–¿Como está el proceso de la Unión Europea (UE) teniendo en cuenta los resquemores de los países del norte a los del sur, como España, Italia y Grecia?
–Quizás la UE nunca ha vivido una crisis institucional como esta desde el sentimiento de los ciudadanos. En muchos países hoy, a la pregunta de si tuviéramos que repensar o revotar para ingresar a la UE, la respuesta dominante es no. Nadie quiere salir de Europa, pero la respuesta es "no debiéramos haber entrado". En el norte, además, está subiendo la extrema derecha, porque la gente considera que la UE es una posibilidad para que vengan los extranjeros y está creciendo una xenofobia tremenda. Ha habido momentos en que nos planteamos si Grecia o si Chipre iban a salir del euro y ahora hay partidos que piden la salida de Europa. Como institución, nunca ha funcionado tan mal
–¿Por qué sucede eso?
–Porque millones de ciudadanos descubrieron que es genéticamente neoliberal. Si entras en la UE automáticamente, te tienes que aplicar un programa neoliberal y eso la gente no lo sabía. Entraba por razones geopolíticas: porque somos europeos y tenemos que vivir juntos, pero luego llegan allí y se encuentran con esto. En América Latina, en cambio, la condición para integrarse es estar en contra el neoliberalismo, como ocurrió con el No al ALCA.  «
 
 
Maduro y un golpe en cámara lenta
 
 
"Muerto Chávez, se había acabado el problema, pero a medida que Maduro se fue afirmando ahora están haciendo la misma operación. Están tratando de ridiculizarlo, de hacerle perder la majestad de la función y por otra parte están llevando a cabo lo que llamo el "golpe de Estado en cámara lenta", reproduciendo lo que hicieron con Salvador Allende. Hay cortes de electricidad, de agua, falta de suministros, acaparamientos, sabotajes, también empieza a haber una especie de disfuncionamiento porque mucha gente se pasa horas tratando de encontrar cosas y no está en su puesto de trabajo. Maduro es la persona más seria que hay y Chávez no se equivocó, es el mejor dirigente político, con mayor personalidad, con mayor seriedad, con mayor honestidad. Fue sindicalista, no hay sindicalista irresponsable: un dirigente sindical tiene que negociar, entonces, es un hombre que está en la continuidad de lo que fue la revolución bolivariana, una revolución pacífica. Chávez se ha apoyado siempre en la armadura de las Fuerzas Armadas, que es el verdadero partido de Chávez. Podría haber elegido a un general. Pero eso hubiera identificado definitivamente a la revolución bolivariana con un movimiento militar. No lo hace porque sabe que esta revolución sólo puede mantenerse en el tiempo como una sólida alianza cívico-militar." 

Tiempo Argentino
Noviembre 10 de 2013

viernes

Inocencia perdida y Golpes Blandos

Albert Einstein fue seguramente el científico más importante del siglo XX. Nacido en Alemania en 1879, emigró a Estados Unidos a la llegada del nazismo. Ganó el Nobel de Física en 1921 por el desarrollo de la Teoría de la Relatividad. Moriría en Princeton, en 1955, no sin antes haber protagonizado dos hechos antagónicos perfectamente comprensibles en el marco de la época que le tocó vivir: impulsó el desarrollo de la bomba atómica por temor a que los nazis produjeran también semejante maquinaria destructiva, y cuando comprobó el resultado, devino en ferviente pacifista y luchador por las libertades y el internacionalismo.
La Albert Einstein Institution (www.aeinstein.org ) fue fundada en 1983 por Gene Sharp, un estadounidense que hoy tiene 85 años y funge de teórico de la no violencia. El hombre elaboró en un libro bastante difundido, De la dictadura a la democracia, una serie de estrategias para luchar –sin armas– contra regímenes no democráticos, en el contexto de la estocada final contra el bloque socialista, en la segunda mitad de los 80.
Según explicó este docente en la Universidad de Massachussetts Dartmout, la base de su ideario es la filosofía de Mahatma Gandhi. De hecho, su primer texto fue un estudio de los métodos del líder indio, publicado en 1960. Algún mal pensado como el francés Thierry Meyssan, fundador de la Red Voltaire, una organización internacional que promueve la libertad de expresión, encontró que el prólogo de ese opúsculo es de Einstein, que había muerto cinco años antes.
No es la única minucia que anotó Meyssan en un artículo que publicó en 2005 y donde sostiene que Sharp tuvo mucho que ver con el golpe contra Hugo Chávez en el año 2002. Y asegura que era visible su influencia en las manifestaciones contra el líder bolivariano a través de la dirigencia del movimiento Súmate, dos años más tarde. "Siguiendo una técnica que ya se ha hecho clásica, estos últimos lanzan acusaciones de fraude electoral y exigen la salida del presidente. Logran sacar a la calle a la burguesía de Caracas, pero el apoyo popular al gobierno de Chávez es demasiado fuerte para permitir que sea derrocado", decía el analista, que atribuía, por supuesto, el origen de la movida a operaciones de la CIA y de la administración de George W. Bush.
El hallazgo de Meyssan, con todo, fue la trama que sostenía a esos movimientos golpistas. Principalmente, el material teórico que aportaba Sharp (en castellano, "filoso"), abonado por un discípulo de fuste como Robert L. Helvey. Sincero este último, en el prólogo de su libro Sobre el conflicto no violento estratégico, reconoce que luego de 30 años de carrera como oficial de Infantería de Marina, las palabras de Sharp lo convencieron de que todavía tenía "mucho que aportar" a su país. Sobre todo en un campo que, como militar, le generaba mucha resistencia. "Mi percepción de la 'no violencia' había estado influida por la época de Vietnam (de los)hippies, pacifistas y renuentes al servicio militar", escribió Helvey. Lo más jugoso se lo reservó para contar el encuentro con el "gurú" de la Einstein. "De lo que trata la lucha no violenta estratégica es de apoderarse del poder político o de negárselo a otros. No se trata de pacifismo, o de creencias religiosas o morales", cuenta que le dijo.
Sharp contempla 198 formas de luchar contra los gobiernos dictatoriales en cinco etapas escalonadas. Son lo que hoy día se conocen como "Golpes Blandos", diseñados en principio para socavar al sistema comunista pero que se extendieron luego en contra de los gobiernos que no agradan a Washington. La estrategia parte del desarrollo de matrices de opinión que puntualizan faltas reales o potenciales del gobierno, promoviendo el descontento y el malestar con temas que afectan la vida cotidiana, desde la inflación, la inseguridad, las denuncias de corrupción o la falta de mercaderías básicas. Luego se pasa a la deslegitimación de las autoridades, la burla, el escarnio. Más tarde se plantea el fomento de las movilizaciones callejeras y todo tipo de protestas hasta llegar a la fractura institucional que facilite la caída del gobierno, o algún tipo de salida que modifique radicalmente el eje de la disputa.
Van algunas de las perlitas que propone Sharp. Como para sopesar la cosa, el punto número 1 es "alocuciones públicas"; el 198, "doble soberanía y gobierno paralelo". En el medio, y numeradas, "premios satíricos, gestos groseros, perseguir a las autoridades, burlarse de las autoridades, abandonar la reunión, dar la espalda, retención de la renta, cierre patronal, boicots económicos, retiro de fondos y de créditos, paralización económica, rechazo a la designación de funcionarios, obstaculización y obstrucción, ineficacia deliberada y no cooperación selectiva por parte de los agentes del orden, saturar los sistemas administrativos, trabajar sin colaborar".
Cuando el método se aplicó en Birmania o en la Serbia de Slobodan Milosevic, pasó por una forma de lucha contra la opresión y un canto de libertad. Pero era demasiado bueno para dejarlo allí, pensó Helvey, y terminó promocionado para voltear gobiernos progresistas y sobre todo a los que brotaron en la década en esta parte del mundo. Es lo que recriminó Meyssan en 2005, pero el propio Chávez recogió el guante en 2007 para denunciar las acciones de la oposición derechista, amparadas por la estrategia golpista que diseminaba la CIA a través del nativo de Ohio.
Fue entonces que Sharp contestó mediante dos cartas públicas. Primero, al francés, a quien le detalló que no recibía dinero de la CIA ni tenía contactos con el gobierno. Que lo suyo era una contribución desinteresada en favor del pacifismo en las luchas políticas. Y que le haría bien (a Meyssan) corregir los errores en el artículo para crecer como investigador.
Pero también le escribió a Chávez. Le dijo algo parecido en cuanto a su inocencia política. Y agregó en su defensa que "la acción no violenta es una técnica para la resolución de los conflictos, al igual que la guerra militar, el gobierno parlamentario y la guerra de guerrillas. Esta técnica utiliza métodos psicológicos, sociales, económicos y políticos, y se ha aplicado para una variedad de objetivos, tanto buenos como malos". En resumidas cuentas, tal vez le pasó como a Einstein, que apuró una maquinaria que al fin de cuentas resulta mortal, pero no lo admite explícitamente.
Al venezolano le recomienda, como para justificar su neutralidad, que también escribió otro librito, más corto, junto con Bruce Jenkins, El anti-golpe, donde alecciona a gobiernos democráticos para defenderse de ataques destituyentes. Todos los textos mencionados se pueden bajar gratuitamente del sitio de la Albert Einstein Institution con versiones en varios idiomas. Lo curioso es que The Anti-coup está solo disponible en inglés y francés. La edición gala cuenta con un prólogo escrito por el catalán Federico Mayor, donde anota una frase de Adolfo Pérez Esquivel: "Resistir  es el comienzo de la victoria."
Quizás, como protesta Sharp, sólo pretendió hacer un librito pacifista, pero todo se salió de cauce. Einstein tuvo esa misma sensación, pero ya era tarde. Mientras tanto, ese material alimenta las usinas golpistas en todo el mundo y sirve para justificar terapias de shock económico.
Estos días, el periodista español Ignacio Ramonet visitó el país para presentar su libro de conversaciones con Chávez. Conocedor de la realidad venezolana, acuñó la frase "golpe en cámara lenta", para referirse a las presiones que desde la derecha recibe el gobierno de Nicolás Maduro. Ataques desde la prensa, desabastecimiento, fuga de divisas, es decir, el método Sharp con todo su filo. La comparación con el gobierno de Salvador Allende es de cajón, y los archivos desclasificados de la CIA muestran que cuando los medios hablaban de torpeza gubernamental, se trataba de operaciones desestabilizadoras fríamente calculadas.
Por eso preocupa la visión que muestran los medios concentrados sobre la situación en Venezuela. El mecanismo de la burla y el escarnio, bien de operación Golpe Blando, se deslizó ramplonamente en un análisis en el diario Clarín, donde se considera "probable que Ramonet haya creído encontrar con esas declaraciones (la comparación Maduro-Allende) una forma de promocionar su último libro, otra larga entrevista esta vez al fallecido líder bolivariano Hugo Chávez. Pero lo notable es el despliegue persistente de un mecanismo de fabulación que parece una marca común de estos gobiernos de autodeclarada fe progresista. Desde cualquier mirada es incomparable la actual Venezuela con el Chile de 1973."
Sucede que, a esta altura del campeonato como quien dice, hacer esa comparación es una obligación moral. El olvido o la alegación de inocencia, en situaciones semejantes, es un pecado de lesa honestidad. Porque así como van por Venezuela, también vienen a por todos nosotros.

Tiempo Argentino
Noviembre 8 de 2013

sábado

Escándalos, ocultamientos y libertad de prensa



 Los escándalos en los medios británicos derivaron en la creación de una nueva entidad para regular el funcionamiento de la prensa en ese país, sino la cuna de la prensa al menos un espejo en el que se gustarían mirar periodistas de todo el mundo. El caso, como se recordará, involucraba a los medios del Grupo Murdoch, propiedad del multimillonario australiano Rupert Murdoch, y consistió en una perversa sociedad entre periodistas de indudable baja calidad moral con agentes de Scotland Yard para pinchar teléfonos de políticos y celebridades con el fin de espiar sus movimientos y obtener primicias. Nada demasiado diferente a lo que la jueza Sandra Arroyo Salgado investiga en la Argentina y que mantiene bajo proceso al ex secretario de Inteligencia Juan Bautista "Tata" Yofre y a los periodistas Carlos Pagni, de La Nación, y Roberto García, de Perfil, acusados de hackear mails de funcionarios nacionales con el mismo objetivo "divulgador".
Estas prácticas, desde el punto de vista periodístico deleznables, fueron tan habituales en Gran Bretaña que se convirtieron en un verdadero modus operandi para los directivos de diarios como el News of the Word (NOTW), que había sido fundado en 1843 y tuvo que ser cerrado en 2011 tras el estallido del escándalo, o The Sun, el de mayor tirada en el Reino Unido. Justo es decir que la revelación de ese oscuro manejo de la prensa fue de otro medio británico, The Guardian, de activa participación en la publicación del material de Wikileaks y de los archivos de Edward Snowden sobre el espionaje masivo de Estados Unidos que día a día aporta una gota más de repulsión tanto entre amigos como entre enemigos de Washington.
Con cierta similitud también con la postura de los medios del establishment vernáculo en torno de la Ley de Medios, en Gran Bretaña los empresarios intentaron frenar la puesta en marcha de la autoridad de control votada en el Parlamento a través del Consejo Privado de la reina Isabel II, a principios de este mes. Alegaron ante los estamentos judiciales una serie de argumentos en defensa de una libertad de expresión en riesgo por la injerencia de los legisladores o el gobierno. Los magistrados desecharon la presentación por "falta de sustento" y le dieron vía libre al organismo, que remplazará a la obsoleta y demostradamente ineficaz Comisión de Quejas de la Prensa (PCC, por sus iniciales en inglés), que se supone que hacía ese trabajo en un cuerpo integrado por los propios empresarios periodísticos y sus gerentes.
El caso más terrible y que generó la mayor náusea fue el de Milly Dowler, una chica de 13 años secuestrada y asesinada en 2002. El hecho alcanzó enorme repercusión en Gran Bretaña y durante semanas mantuvo en vilo a la opinión pública porque se suponía que la menor seguía viva. Sucede que la casilla de mensajes de su celular se vaciaba cotidianamente. Después se sabría que agentes de Scotland Yard, en connivencia con periodistas de NOTW, se metían diariamente para escuchar los mensajes que enviaba la familia desesperada a la muchacha, que había sido violada y estrangulada por un asesino serial. El cuerpo de la chica apareció seis meses más tarde.
Los editores del NOTW están siendo juzgados por la maniobra, repetida con decenas de políticos, intelectuales como la autora de Harry Potter, o actores como Hugh Grant. El juez Brian Leveson, que investigó el proceder periodístico, recomendó la creación de una nueva entidad para regular la conducta ética del gremio y aclaró específicamente que sus miembros debían ser independientes del gobierno pero también de las empresas. El tema del espionaje está latente desde hace semanas, cuando The Guardian sacudió el avispero nuevamente con las revelaciones de Snowden, el ex empleado de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) ahora refugiado en Rusia. Glenn Greenwald fue el único periodista en quien el joven estaba dispuesto a confiar para entregarle los archivos que copió mientras trabajaba como contratista en Honolulu. Greenwald reside en Río de Janeiro y ayer publicó su último informe para ese diario, porque fue contratado para un nuevo proyecto periodístico junto a otro militante de las libertades civiles como Jeremy Scahill.
Durante la semana, una delegación del Parlamento Europeo viajó a Estados Unidos para plantear sus quejas por el espionaje de la NSA sobre gobernantes y ciudadanos europeos. No es la primera vez que se ven involucrados en una protesta semejante en lo que va del siglo. Como en las otras ocasiones, debieron mostrarse sorprendidos por la operación de vigilancia global. En Washington se entrevistaron con funcionarios y congresistas, pero se fueron con muy poco de vuelta a Bruselas. El eurodiputado laborista británico Claude Moraes habló algo a la salida de un encuentro con el director de la NSA, el general Keith Alexander. "Se nos dieron algunos datos vagos, pero no especificaciones detalladas sobre los programas de espionaje", explicó el presidente del Comité de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo.
En su último despacho, Greenwald destaca que Alexander acusó a los periodistas de estar "vendiendo" los documentos de la NSA y pide que se ponga fin "al constante flujo de información pública de los secretos arrebatados por el ex contratista de Edward Snowden". En un reportaje al blog Armed With Science, del Departamento de Defensa de EE UU, anota Greenwald, Alexander se explayó en abundancia sobre la cuestión. "Creo que está mal que los periodistas que tengan todos estos documentos, los 50 mil –o lo que sea que tienen y están vendiendo y publicando–, ya sabes, simplemente no tiene sentido".
La entrevista deja ver mucho más sobre el concepto de libertad de prensa del jefe de los espías electrónicos estadounidenses: "Tenemos que encontrar la forma de detener esto (la publicación). No sé cómo hacerlo. Eso es más (propio) de los tribunales y los responsables políticos, pero desde mi punto de vista, es un error permitir que esto continúe." Acota Greenwald: "Me encantaría saber qué vía en concreto tiene en mente el general Alexander para ayudar al gobierno de EE UU a 'encontrar la manera de detener' al periodismo en esta historia. Cualquiera que sea la forma, será profundamente hostil a la Constitución de EE UU. ¿Qué clase de persona querría que el gobierno fuerce un operativo para clausurar los informes de la prensa? Cualquier clase de persona que sea, no es alguien en quien confiar para instituir y desarrollar un sistema de espionaje masivo que opera en la oscuridad. De hecho, nadie lo es." Greg Mitchell escribió en el diario virtual The Nation, de Estados Unidos, un artículo que golpea en las mentes bien pensantes de aquel país a 45 años de la Masacre de My Lai.
El 16 de marzo de 1968, tropas de la Compañía C del 1º Batallón de la 20ª División de Infantería y de la Compañía B del 4º Batallón de la 3ª División de Infantería atacaron la zona de Soin My, en lo que era Vietnam del Sur, con helicópteros artillados y efectivos de infantería de marina. La escena puede percibirse en la película Apocalipsis Now, el clásico de Francis Ford Cóppola sobre la base de la novela de Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas. Allí, un soberbio oficial encarnado por Robert Duvall muestra lo que pudo ser My Lai. Una orgía de horror y violencia absolutamente demencial e innecesaria.
La masacre no se divulgó sino un año más tarde, cuando la publicó Seymour Hersh, de un medio minúsculo llamado Dispatch News Service. Un ex fotógrafo del Ejército, Ronald Haeberle, logró colar algunas tomas dramáticas en el Cleveland Plain Dealer. Por el caso fue condenado el segundo teniente William Laws Calley, en medio de un escándalo mediático. Pero fue indultado tres años más tarde por el presidente Richard Nixon. Mitchell muestra ahora una foto impresionante que la doctoranda Valerie Wieskamp, de la Universidad de Indiana, Bloomington, analiza en detalle, y se sorprende de que nadie haya reparado en ella en casi medio siglo.
La imagen arquetípica de My Lai es la de una chica que huye desnuda envuelta en llamas porque le arrojaron napalm. Wieskamp descubre en "Asalto Sexual en la masacre de My Lai: el borrado de la Violencia Sexual de la memoria pública de la guerra de Vietnam", otra imagen ya publicada de la matanza que muestra a una aterrorizada anciana tomada violentamente por un soldado en primer plano, y a una adolescente con un niño en brazos. Cerrando su blusa. Una prueba, acota, de las violaciones masivas cometidas por soldados estadounidenses y ocultas por décadas detrás de epígrafes genéricos en la prensa. Porque nadie había reparado en que la muchacha se estaba abotonando la blusa luego de haber sido violada.
El fotógrafo ya había dicho algo de esto en su momento, pero nadie lo quiso escuchar. Ahora que el debate por la libertad de expresión aparece en boca de los empresarios sometidos a leyes de la sociedad en Gran Bretaña y la Argentina, y en medio de la divulgación de procedimientos reñidos con la moral y las reglas del buen arte a nivel político, es bueno reflexionar sobre estas cuestiones. Porque más temprano que tarde la verdad saldrá a la luz, pero la responsabilidad del periodista es que lo sea en tiempo real.

Tiempo Argentino
Noviembre 1 de 2013