Mostrando entradas con la etiqueta Griesa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Griesa. Mostrar todas las entradas

viernes

Argentina en el escenario de otra guerra mundial

Peter Koenig fue funcionario del Banco Mundial durante tres décadas. Especializado en medio ambiente y recursos hídricos, es autor de varias publicaciones, entre ellas "Implosión" y una más reciente, "Treinta mentiras acerca del dinero". Suele publicar en su blog y le reproducen medios de todo el mundo. A principios de agosto, Koenig había recomendado a la Argentina directamente desobedecer los fallos del juez Griesa, a los que calificó de desmesurados pero sobre todo inscriptos en el marco de una condena política hacia el país. Se preguntaba si este entuerto con los fondos buitre y el fallo judicial ocurre porque "Argentina no se alinea con la política exterior estadounidense, (o) no suscribe a la excepcionalidad de Washington (ni) se somete a las ilusiones de la supremacía de Obama".
Duro, el economista tilda de "Rey desnudo" al mandatario estadounidense y de "muñecos sin alma" a los dirigentes de la Unión Europea. Dice más Koenig. Dice que "la Casa Blanca está siempre inmersa en una cegadora miopía de sanciones y castigos". El miércoles, el ex Banco Mundial vuelve a tomar en cuenta la situación argentina, a la que conoce al dedillo por lo que se ve. En este nuevo artículo analiza un pedido de Bruselas para que los países latinoamericanos no le vendan alimentos a Rusia, que decidió no comprar en Europa a raíz de las sanciones impuestas bajo presión del gobierno de Barack Obama. "Argentina se reirá de dicha solicitud ridículamente estúpida de la UE –escribe Koenig– (y esto es) bueno para Rusia –y bueno para Argentina, Brasil, Chile, Perú y otros– para finalmente escapar de las garras del imperio depredador de Washington y seguir el camino de la independencia, es decir, hacia una nueva área de la soberanía económica y sistema monetario mundial."
El planteo es que Estados Unidos está intentando salvar a como dé lugar el imperio del dólar, recurriendo a todo tipo de artimañas. Y que en este contexto, los europeos se comportan de un modo mezquino, porque metidos como están en una solapada guerra para defender el euro, sacrifican cualquier respuesta digna con tal de no incomodar a Washington.
"¿No pueden ellos –la UE– ver la luz después de que Xi Jinping, el presidente de China, viajó a Alemania para ofrecer a (Angela) Merkel  facilidades para una nueva Ruta de la Seda entre Berlín con Shanghai? Un extraordinario potencial para el desarrollo económico a través de Asia, lejos de la guerra en descomposición impulsada por la economía de Washington, el Pentágono y el sistema financiero ultracorrupto dominado por Wall Street, la FED y el BIS (Banco de Pagos Internacionales)?" Según Koenig, los BRICS podrían ofrecer como nueva moneda de reserva y comercio internacional a una divisa combinada, el Ruyuan o el Yuanru, por el rublo y el yuan. Y se entusiasma con que "Argentina podría convertirse en el primer país en liberarse del mazazo económico de la inmoral Estados Unidos y al mismo tiempo celebrar acuerdos comerciales con Rusia y China (ya que) en la actualidad el 90% del comercio exterior de Argentina se lleva a cabo fuera de la esfera del dólar estadounidense".
Recuerda el analista como antecedente que cuando un tribunal estadounidense castigó al banco francés BNP Paribás con una multa de 9000 millones de dólares por comerciar con Irán, el Banco Central galo comenzó a negociar con el Banco Central chino para establecer swaps euro-yuan, "dejando de lado el dólar y los bancos de Nueva York",  como Argentina hizo hace poco con el gobierno de Beijing.
El tema del comercio con Irán y con Irak es central para entender lo que ocurre en esa región del mundo desde hace un cuarto de siglo al menos. Pero para hablar del rol del dólar como moneda internacional hay que retrotraerse a unos años antes, cuando a principios de los '70 el gobierno de Richard Nixon tomó dos medidas que perfilarían el mundo que hoy conocemos y que se resiste a morir.
Señala el especialista en temas energéticos Marin Katusa en el sitio (refugio seguro)  que una de esas medidas fue eliminar la convertibilidad del dólar con el oro. Desde entonces la moneda estadounidense dejó de tener el respaldo del dorado metal. La otra decisión fue consolidar al dólar para la compra-venta internacional del crudo. Con "ese monopolio sobre el importantísimo comercio petrolífero el dólar estadounidense se convirtió, lenta pero firmemente, en la moneda de reserva para el comercio mundial de la mayor parte de bienes y servicios. Luego, vino la demanda masiva de dólares estadounidenses, lo que impulsó el valor del dólar al alza, hasta que se disparó."
Fue en este contexto que la maquinita de imprimir dólares se disparó y comenzaron a "sobrar" en el mercado financiero, al punto que forzó la toma de crédito en varios países, entre ellos Argentina, lo que generó parte de la crisis que ahora se padecen en tribunales neoyorquinos.
"Fue el principio de algo magnífico para Estados Unidos, aun cuando el resultado fuera tan artificial como la burbuja inmobiliaria estadounidense, y en todo caso constituye el pilar fundamental de la apreciación del dólar estadounidense", reseña Katusa. Hasta que al final "del año 2000, Francia y otros miembros de la UE convencieron a Saddam Hussein de que desafiara el mecanismo del petrodólar y pasara (los fondos del plan de la ONU) Petróleo por Alimentos a euros, no en dólares".
Por entonces, la moneda europea estaba de estreno y se proponía convertirse en la nueva estrella para el comercio internacional. "Es más que probable que Estados Unidos hará uso de los numerosos medios de que dispone, incluidos los extraeconómicos, para impedir un paso masivo de la utilización del dólar a favor del euro", advirtió sin embargo Olga Butorina, del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias, al periodista español Rafel Poch en La Vanguardia, en enero de 2003. “El 'debilitamiento de la Eurozona', sin reparar en medios, va a ser una de las líneas maestras de la política americana, e, incluso, 'la condición estratégica para la supervivencia de Estados Unidos como líder geopolítico mundial', pronostica Mijail Deliaguin, director del Instituto de problemas de la globalización de Moscú", agregaba Poch.
Mauro Casadio, James Petras y Luciano Vasapollo publicaron en 2006 "Potencias en conflicto: la pugna por la hegemonía mundial" donde resaltaron que "a través de la guerra del dólar contra el euro, las crisis locales dirigidas por los norteamericanos y la administración de la New y Net Economy en el contexto general de la financiación de la economía es como los EE UU buscan esconder su crisis y jugar en estos últimos años sus cartas para sofocar los objetivos de afirmación y expansión del nuevo polo de la UE".
En todos estos casos el escollo era Hussein, donde –decían los mencionados– "los dos mayores polos imperialistas que buscan extender su dominio al mundo entero, desestabilizando en particular aquellas aéreas de interés estratégico como la Europa centro-oriental y el área asiática de la ex Unión Soviética, ampliando su ámbito de intervención hacia el Asia Central".
Lo que vino a posteriori fue la invasión de Irak, con las consecuencias que ahora se ven en toda su magnitud. Y luego, la fiebre de las hipotecas devino  en la caída de grandes bancos estadounidenses y la crisis más fenomenal desde los años '30, con secuelas catastróficas en los países del sur europeo. Lo peor es que en Ucrania, Medio Oriente, Siria, Irak y hasta Libia –donde también Muammar Khadafi cayó luego de haber pretendido pasar su comercio de crudo a euros– se cumplió la profecía anunciada diez años antes.
Por eso Koenig se muestra preocupado de que la UE siga a Estados Unidos hacia una Tercera Guerra Mundial con Rusia. Sobre todo por la gran cantidad de bases de la OTAN desplegadas en territorio europeo, el objetivo de defensa de Moscú en caso de un estallido bélico. "¿Podrán los pueblos de Europa ponerse de pie y deshacerse de los feudos neoliberales impuestos por Washington, tomar el soplo de aire fresco que viene del Este, buscar una alianza saludable, y luchar por  la paz y los Derechos Humanos? Nunca es demasiado tarde. Argentina bien podría convertirse en la piedra angular para una nueva era", culmina.
¿Mucha responsabilidad, no?


Tiempo Argentino
Agosto 22 de 2014 
 

sábado

Mantener la calma con una pistola en la nuca



Lo que tienen algunos opinólogos de la derecha es que, como se sienten dueños, no tienen empacho en decir ciertas cosas sin aditamentos. Es lo que ocurre con Carlos Pagni, uno de los estrellas de La Nación, furioso antiK y sin dudas del lado menos amigable para hablar del manejo de la controversia con los fondos buitre. En una columna de este  viernes  que tituló “El alto costo de un capricho”, Pagni sostiene que “Acusar a los holdouts porque «quieren más» es ignorar que la justicia a la que las partes se sometieron les dio derecho a más”.
Luego cuestiona el argumento oficial de que no se conformaban con el 300% que se les ofrecía porque “no se está debatiendo un contrato entre un país y sus acreedores, sino la determinación del capitalismo de «tumbar» a un «modelo» impertinente, que no se sometió a las exigencias del sistema financiero” (Pagni dixit). La crítica es que la postura gubernamental es inocente. “Era natural que esos acreedores no iban a aceptar los términos de los canjes. Por eso fueron a juicio”.
Cristina Kirchner y Kicillof siguieron acusando a Griesa de coincidir con los «buitres». Tienen razón –destaca- . Griesa, como la mayoría de los jueces neoyorquinos, suele ser más sensible al derecho de propiedad de los acreedores que al «interés general». Más: identifican el interés general con el derecho de propiedad de los acreedores. Y suelen provenir, como Griesa, de estudios jurídicos que defienden a los bancos. Pero la Presidenta y el ministro olvidan que la Argentina se sometió a esa justicia por esas razones. Es decir, porque cuando intervienen magistrados que sacralizan la letra de los contratos los que prestan su dinero cobran una tasa de interés inferior. En otras palabras: la afinidad de los Griesa con los acreedores fue, en su momento, un subsidio para los deudores”.
Se puede agregar que los bonos en cuestión no fueron  emitidos por este gobierno. Y que la sociedad y la dirigencia política no mostraron en su momento ninguna oposición al tribunal porque las crisis de la deuda implicaban dar respuesta urgente con una pistola en la nuca. Los medios cacarearon entonces- La Nación, entre ellos- sobre la necesidad imperiosa de aceptar ese tribunal o perecer. Pero las políticas de shock, que abrieron las puertas a la entrega del patrimonio nacional, llevaron indefectiblemente a la crisis del 2001.
Ahora la sociedad aprendió. Se nota en las calles que no quiere comprar el discurso de apurar definiciones bajo amenaza de las peores consecuencias. Y está bien. Ni en la vida cotidiana es bueno negociar bajo presión.
Es cierto que una pistola en la nuca es peligrosa. Depende de la pericia de quien la empuñe que no se dispare el tiro fatal. Y de que quien padece el frío caño en la piel no haga un movimiento que desencadene la matanza.
Pero es bueno recordar aquella idea de Néstor Kirchner de que nadie le puede cobrar a un muerto. Sigue siendo una carta ganadora. Los buitres quieren castigo, si, pero sobre todo aprecian el dinero. Y si aprietan el gatillo no tendrán quién les pague. Esa es una ventaja para cualquier deudor. Solo hace falta mantener la calma.

Agosto 2 de 2014

viernes

¿Útimo bondi a Finisterre?

Entre los inventos argentinos figura en primer lugar el colectivo. No queda bien clara la razón de que aparezca en la misma lista que integran el dulce de leche y la birome, porque en realidad buses para el transporte urbano había en todas las ciudades del planeta cuando comenzaron a rodar los primeros carromatos vernáculos hace ya cerca de 100 años. Es curioso que el término popular con el que se los denomina en Buenos Aires venga del portugués. Bonde, según coinciden varios conocedores del asunto, es una palabra derivada en el habla popular de Brasil de la inglesa "bond", bono, y la pronunciación suena bastante parecida a "bonyi". Más curioso es cómo fue que "bonde" terminó por significar al ómnibus urbano.
Algunas versiones indican que a principios del siglo XX comenzaron a circular tranvías en San Pablo. Las empresas propietarias eran británicas y los vehículos tenían a un costado el precio del viaje y la palabra "bond", por el costo del pasaje. Otras explicaciones quizás más documentadas, recuerdan que la no menos inglesa compañía de tranvías de Río de Janeiro lanzó en 1876 acciones (bonos, bonds, o sea bondis) para ampliar al recorrido hacia el Jardín Botánico carioca. Así fue que bondi definió al tranvía en Brasil y al colectivo en la Argentina.
Tanta introducción bien a cuento para volver sobre el fallo del juez de Nueva York Thomas Griesa y la forma en que en Italia denominan a esta controversia. Para los medios especializados de allá –conviene recordar que en la península itálica había 400 mil pequeños ahorristas que habían comprado bonos argentinos defolteados en 2001– se trata de la crisis de los Tango Bonds, que ahora vuelven a ser noticia por las dificultades para ser cobrados.
En el mundo de las finanzas es usual este tipo de simplificaciones. El gobierno argentino entiende que no habría que usar la palabra "default". Y más allá del "mainstream" periodístico internacional, que se burla de esta aclaración, comienzan a aparecer voces que coinciden con la óptica de la Casa Rosada. Por eso ya hay quienes hablan de Efecto Tango.
La reminiscencia al llamado Efecto Tequila de hace justo 20 años o el Efecto Caipirinha del 1999 es obvia. Por eso será que el ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega se apresuró a declarar que lo de Argentina es un "impasse" y no de default, porque el país "está pagando". Se trata, añadió Mantega, de una "situación sui generis porque quien está impidiendo hacer el pago es un juez estadounidense".
Miriam Leitão, corresponsal de O Globo en Buenos Aires, especificó en una columna lo que cada uno de los bailarines de este tango peligroso pierde con el "calote" argentino. Y luego de detallar la situación que percibe para los holdsin y los holdsout, para la Argentina e incluso para Nueva York como plaza financiera internacional, Leitão considera que este "tampoco es un buen escenario para Brasil. No habrá contagio financiero o cambiario como en otras crisis de deuda, pero los efectos van a empeorar un poco más la débil coyuntura brasileña." Fundamentalmente por la reducción del comercio y las exportaciones hacia este lado.
En tierras aztecas, la agencia Ansa rescató reflexiones de Raúl Feliz, del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), para quien el impacto de los Tango Bonds "será mucho menor que en 2001", cuando los mercados internacionales temblaron por la moratoria de la deuda decretada por Adolfo Rodríguez Saá. "Lo más probable es que el default selectivo se mantenga casi al final de este año" y que el país "regrese a los mercados de capitales el próximo año".
También José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico de México, piensa que un "default selectivo no significa que Argentina carezca de solvencia económica". Para el experto sólo habría un Efecto Tango si por alguna razón el gobierno argentino se viera obligado a pagar de inmediato el total de la deuda.
Tanto brasileños como mexicanos saben de lo que hablan. La crisis de la deuda mexicana fue la que en 1982 desencadenó una seguidilla de situaciones dramáticas en el resto de los países latinoamericanos que golpeó de lleno en la Argentina que intentaba retornar a la democracia con Raúl Alfonsín. ¿Cuántos de los temores de aquella sociedad –que estaba atormentada por haber asumido el enorme peso descubrir los horrores represión genocida– habrán terminado por quitarle espesor a la demanda de que se revisara la validez de cada peso que la dictadura había generado como deuda?
México tendría otra crisis, como la más profunda de 1994 cuando recién tomaba el cargo Ernesto Zedillo y daba sus primeros pasos el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN o NAFTA según las siglas en inglés) con Estados Unidos y Canadá. El Efecto Tequila era un golpe al corazón del modelo neoliberal que se había extendido desde el Consenso de Washington y generó una pequeña oscilación en Argentina que, sin embargo, pudieron atravesar el presidente Carlos Menem y su inefable ministro Domingo Cavallo.
Pero como un temible buscapié, los problemas financieros se extendieron y tres años más tarde los hasta ese momento "exitosos" Tigres Asiáticos (Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y Taiwán) entraron en bancarrota en la llamada crisis del Sudeste Asiático. En 1998 el Efecto Vodka provocó otro vendaval, con origen en Rusia y una secuela calcada de pérdida de reservas, devaluación de la moneda y mayor desocupación.
En 1999 la crisis se introdujo en América del Sur con el Efecto Caipirinha, que esta vez sí impactó de lleno en la Convertibilidad. El real, creado cinco años antes por el presidente Fernando Henrique Cardoso, fue devaluado y arrastró a la baja los precios de los productos brasileños, con lo que se afectó directamente la competitividad argentina. Lo demás es historia conocida: un alza incontenible del desempleo, deslocalización de empresas hacia Brasil y la venta final de lo que quedaba del patrimonio nacional en un último intento por salvar el "1 a 1". También un crecimiento geométrico de la deuda para tapar agujeros con consecuencias que aún se están pagando.
Es interesante revisar archivos para descubrir lo que decía entonces Standard & Poor's, la misma calificadora que ahora se apuró a colocar a los bonos argentinos como en default técnico. En julio de 1999 una analista de S&P, Lacey Gallagher pudo decir que había decidido mantener la calificación argentina como favorable ya que no veía riesgos de una devaluación y "es remota la posibilidad de que se presenten dificultades" en el pago de la deuda. "Es posible que la Argentina sufra una recesión, pero desecho la posibilidad de una devaluación", abundó Gallagher para culminar en que "los países de peor calidad crediticia en la región han sido y seguirán siendo los más afectados por la crisis. Particularmente Venezuela y, secundariamente, Brasil." A principios de ese año Hugo Chávez había asumido su primera presidencia, votado mayoritariamente entre otras cosas porque ofrecía algo diferente al electorado.
Los sacrosantos mercados parece que ahora coinciden con el ministro Axel Kicilloff, su colega brasileño y los analistas mexicanos. Porque no hubo ayer una caída estrepitosa de las bolsas internacionales e incluso se registraron levísimas alzas en Malasia, Australia y Nueva Zelanda. Hubo caídas en Europa –con un máximo del 2,1% en Madrid– pero lo curioso es la razón por la que se explica esta baja. Para el diario mexicano El Financiero, asociado a la agencia Bloomberg, "las bolsas europeas reportaron caídas al cierre de operaciones con la bolsa Lisboa y Frankfurt encabezando las pérdidas, arrastradas por el hundimiento en las acciones del Banco Espirito Santo y de la firma deportiva Adidas, luego de que ambas empresas reportaran resultados decepcionantes del segundo trimestre". Tiempo Argentino viene publicando la zaga del banco portugués, en la picota desde que la familia propietaria está investigada por un presunto vaciamiento de la entidad.
Sobre los Tango Bonds, El Financiero apunta apenas que "las noticias de que Argentina entró en cesación de pagos, luego que falló un acuerdo con los acreedores conocidos como 'fondos buitre', y la preocupación porque las tasas de interés suban en Estados Unidos antes que lo esperado causaron nerviosismo entre los inversionistas".
En ese mismo año de 1998, y mientras los rusos padecían la resaca del Efecto Vodka, Los Redonditos de Ricota lanzaban el álbum Último bondi a Finisterre. En latín, "finis terrae" significa el confín de la tierra, para decirlo en términos elegantes.
Es posible que, premonitores, la banda del Indio Solari y Skay Beilison haya advertido que el "último bono hacia el fin del mundo" habría ver la luz más temprano que tarde. En eso estamos.

Tiempo Argentino
Agosto 1 de 2014