Horas antes de la ceremonia de celebración del 70º aniversario del
Desembarco en Normandía, representantes de Estados Unidos y la Unión
Europea se vieron en la obligación de amenazar al gobierno de Vladimir
Putin por lo que catalogan como "actos de agresión" de Rusia en Ucrania.
Moscú se apuró a decir que la declaración, en la que además amenazan
con más sanciones, es "cínica". El encuentro del grupo G-7, que
burlonamente podría denominarse G-8 menos 1, sirvió para mostrar los
dientes de cara al encuentro que no podrán evitar hoy en París para
recordar la invasión a territorio galo, el inicio de la recuperación de
territorios que habían caído en manos del nazismo en la Segunda Guerra
Mundial.
Luego de la caída de la Unión Soviética, es la primera vez que los
mandatarios de los países que participaron de la contienda llegan al
encuentro con un cuchillo bajo el poncho. Y esa es precisamente la
novedad desde que la Guerra Fría comenzó a ser recuerdo. Más de dos
siglos después de haberse acuñado el término "Oso Ruso" para alarmar a
la población europea atribuyéndole a Rusia unas peligrosas ansias de
dominio sobre el resto del continente, Putin se convirtió en el nuevo
cuco de medios y dirigencias europeas. Y si fuera por el estado en que
se encuentran las relaciones –al menos en el plano visible– Barack
Obama, François Hollande, David Cameron y Angela Merkel hubieran debido
esquivar el festejo a Putin. Principalmente porque desnuda sus propias
contradicciones.
Y ese es justamente un detalle importante para entender por qué, luego
de todo lo que se vienen diciendo y de las continuas amenazas de
represalias bajo la batuta de Washington, se dan la mano protocolarmente
en Normandía como si nada ocurriera.
Es que no haber invitado a Putin luego de que en esa guerra, que se
desarrolló en las regiones donde ahora se juegan en gran parte los
destinos europeos, hubiese sido una declaración de hostilidades. La
última gran guerra unió más por espanto que por cariño a Stalin con
Roosevelt, De Gaulle y Churchill. Pero las mayores bajas estuvieron en
campos de batalla de la ex URSS –se calcula que hubo allí 20 millones de
muertos– y en menor medida en Francia, donde por otro lado gobernaba el
régimen pro nazi de Vichy. Salvo los bombardeos a Londres con cohetes
V2, Gran Bretaña no padeció ataques en sus territorios. Estados Unidos
directamente no sintió el olor a pólvora dentro de sus fronteras.
La OTAN, desde 1991 en adelante, avanzó hacia la frontera de la
Federación Rusa con un escudo de misiles en Polonia y los países
bálticos y amenazaba con extenderse a Ucrania, otra razón de queja para
los rusos. En estas jugadas de ajedrez, el encuentro del G-7, que debió
haberse realizado en Sochi, donde se hicieron los juegos olímpicos de
invierno, pasó a Bruselas. No era el momento y mucho menos el lugar de
mostrarse amigos, cuando en Crimea la situación se ponía cada vez más
tensa.
Es así que Rusia, que se había sumado ininterrumpidamente hace 17 años
al G-7+1, fue deliberadamente excluida ahora como forma de mostrar el
disgusto por su reacción a los acontecimientos en Kiev. "Que les
aproveche", dijo despectivamente Putin cuando le preguntaron sobre esa
fiesta a la que no fue invitado.
El primer ministro Dmitri Medvedev, en tanto, replicó un documento del
G-7 que apoya "operaciones moderadas para el restablecimiento de la ley y
el orden" de Kiev en el este del país. "Los llamados siete se refieren a
las `acciones moderadas` del Ejército ucraniano sobre su propio pueblo:
esto es un cinismo que apenas se puede superar", dijo. Y bastante de
razón tiene, ya que entre las tropas que se envían a las regiones
pro-rusas hay un alto componente de mercenarios que según las denuncias
tienen bastante poco apego a los Derechos Humanos.
La postura anti-rusa de Obama, por otro lado, para algunos suena a
impostada, luego de que el año pasado tuvo que recular en su intento de
intervención en Siria. Pero dentro de Estados Unidos son muchas las
voces que se van sumando en contra del perfil que le está imprimiendo a
la relación con Rusia. En uno de los sitios donde se difunden estas
críticas, washingtonblog, se anota un detalle a tener en cuenta: "Dick
Cheney ha dominado la política de EE UU hacia Rusia durante décadas, y
Obama está siguiendo el libro de estrategias de Cheney". Maik Withey, un
analista que publica en Information Clearing House, señala a otro
estratega de esta política de condena al "Oso Ruso", el ex asesor del
presidente Jimmy Carter, el conocido Zbigniew Brzezinski, quien viene
repitiendo desde hace décadas que "la cuestión que la comunidad
internacional enfrenta ahora es cómo responder a una Rusia que se
involucra en el uso flagrante de la fuerza con mayores objetivos
imperiales: reintegrar el antiguo espacio soviético bajo control del
Kremlin y cortar el acceso occidental al Mar Caspio y a Asia Central".
Cheney había comenzado su carrera en la administración pública con el
gobierno de Gerald Ford, el que sucedió al renunciante Richard Nixon.
Luego fue secretario de Defensa con Bush padre y más tarde
vicepresidente de Bush hijo. Entre una y otra gestión, y como para no
quedarse de brazos cruzados, consiguió empleo en Halliburton, una de las
proveedoras de servicios para la industria petrolera más grandes del
mundo. Cuando Cheney –uno de los halcones republicanos– volvió a tareas
gubernamentales, recibió una indemnización de 36 millones de dólares.
Pero siguió percibiendo compensaciones por casi 400 mil dólares, aun
cuando era vicepresidente. Los millonarios contratos que consiguió
Halliburton tras la invasión a Irak seguramente lo justifican.
La "doctrina Cheney" tiene dos pilares, por un lado la Guerra
preventiva, que popularizó George W Bush, y por el otro lo que se llamó
la estrategia "del lado oscuro". Esto es, de las operaciones encubiertas
de inteligencia hechas de tal modo que si algo falla, el presidente
pueda decir sin ponerse colorado que no sabía nada de lo que estaba
ocurriendo.
El caso Brzezinski es algo más profundo, ya que el ex asesor
presidencial es uno de los teóricos en estrategia política más reputados
del mundo. Él mismo se considera un discípulo de Henry Kissinger. Ambos
comparten una visión y están atravesados por un sentimiento similar
sobre lo que debería ser el centro de Europa. Kissinger, nativo de
Alemania, tuvo que huir del nazismo con sus padres. Los Brzezinski,
huyeron de Polonia y se refugiaron en Canadá. Zbigniew haría carrera
posteriormente en Estados Unidos. Cheney y Brzezinski creen en la
política de equilibrio de las potencias que pergeñó en el siglo XIX el
conde austríaco Klemens von Metternich y la estrategia de la contención
que elaboró el estadounidense George Frost Kennan en 1946. En tal
sentido, Cheney va un paso más allá y desarrolló la idea del ataque
preventivo que popularizó luego George W. Bush. En cualquiera de estos
contextos, Rusia es presentada como un enemigo a contener. Un temible
Oso a punto de atacar.
Sin embargo, hay algunas particularidades en este análisis. En
principio, Putin cuestiona la forma en que la Unión Europea forzó un
acuerdo con el gobierno de Viktor Yanukovich y luego lo destituyó
–violando acuerdos previos– cuando no pudo avanzar con su propuesta
originaria.
Por otro lado, una estrategia de contención a lo Metternich debería
implicar el compromiso de los socios europeos hacia un fin común.
Ocurre que la celebración de Normandía servirá de excusa para que Merkel
y Putin busquen limar asperezas en torno de la provisión de gas ruso
antes de que llegue el invierno boreal. Con Hollande, Putin tiene
pendientes contratos para la compra de buques de guerra tipo Mistral por
unos 1200 millones de euros. Ni qué decir las críticas que recibió
Hollande, que se justifica en que la crisis no permite lirismos.
Mientras tanto, Putin firmó con las autoridades chinas un convenio para
proveer de gas durante 30 años al gigante asiático a partir de 2018. El
contrato implica un monto de 400 mil millones de dólares, pero en
monedas locales. La "desdolarización" del mundo también es una forma de
lucha, y de las más contundentes.
Tiempo Argentino
Junio 6 de 2014
Con el placer de compartir la ilustración de Sócrates
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