"¿Cree usted que se puede gobernar un país pendiente cada mañana de
que al señor (Luis) Bárcenas le entre un ataque de sinceridad?", lanzó
Rubalcaba, en referencia directa a las denuncias por sobresueldos
pagados por particulares a miembros del Partido Popular canalizados a
través del ex tesorero de la agrupación derechista. Rajoy recordó
momentos no menos oscuros del PSOE tanto en el gobierno como en la
oposición y desgranó un rosario de cifras que corroboran la gravedad de
la situación para España y las dificultades que hay para salir del
atolladero.
Luego ofreció mejorar estos indicadores pero también propuso
elaborar leyes de transparencia que eviten la repetición de casos de
corrupción como el de las cuentas paralelas en el PP, que según los
indicios terminaron con alrededor de 22 millones de euros depositados
en Suiza en cuentas a nombre de Bárcenas, a esta altura el malo de la
película.
Pueden encontrarse curiosas similitudes entre los destinos actuales
de Ecuador y España, en un giro útil para resaltar las diferencias
entre el proyecto que se cuece en Europa y el que en América latina
emprenden un puñado de naciones que apostaron por otro modelo que
privilegia valores de defensa del ser humano antes que el de las
multinacionales, como resalta el recién reelecto Rafael Correa.
La situación del PP se hizo más complicada hace exactamente cuatro
años, cuando el entonces juez Baltasar Garzón abría una investigación
por una presunta trama de corrupción que operaba en Madrid, Valencia y
la Costa del Sol con ramificaciones en el mundo empresario ligado a
integrantes de alto grado del PP. Los implicados enfrentaban cargos por
blanqueo de capitales, fraude fiscal, cohecho y tráfico de influencias.
Por esas cosas de la creatividad que manifiestan los sabuesos policiales
en todo el mundo, la operación se llamó 'Gürtel'. Por "correa" en
alemán. Es que el cabecilla de la organización era el empresario
Francisco Correa.
El acusado, según se desprende de la causa, organizaba eventos
públicos del PP durante la gestión de José María Aznar (1996-2004) y
mediante dádivas y aportes non sanctos conseguía ventajas y favores para
su grupo empresario, que incluye una decena de firmas (todas con nombre
en inglés, todas dedicadas a servicios, ninguna de rubros productivos).
Garzón dejó la causa al poco tiempo declarándose incompetente,
luego de haberse ganado el odio visceral de los conservadores que, a
pesar de que también había investigado al PSOE cuando el caso GAL, el
grupo antiterrorista acusado aplicar metodología de la guerra sucia
durante el gobierno de Felipe González. La derecha, de todas maneras,
se la cobró y el año pasado fue separado de su juzgado, cuando pretendió
investigar los crímenes del franquismo, y condenado a 11 años de
inhabilitación. Garzón ahora es abogado de Julián Assange, el fundador
de Wikileaks refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres a la espera
de que lo dejen viajar al país que le concedió el asilo político.
La investigación periodística por el caso "Gürtel" fue publicada
por el diario El País y los periodistas que trabajaron en ella
recibieron el Premio Ortega y Gasset de Periodismo en 2010. En junio
pasado, y luego de tres años y cuatro meses entre rejas, desde donde se
dice que seguía manejando sus negocios públicos y privados, Correa salió
en libertad. La fianza de 200 mil euros se la pagó la madre.
Hace unas semanas, y luego de la gaffe más importante en su
historial como fue la publicación de una foto falsa de Hugo Chávez, El
País volvió al periodismo con la publicación de la contabilidad paralela
que llevaba el tesorero Bárcenas en la que anotó puntillosamente los
pagos “por debajo de la mesa” a la plana mayor del PP desde los 90.
Este domingo, mientras tanto, 136.079 ecuatorianos de los más de
300 mil que aún viven en España fueron a votar en las presidenciales de
su país. Rafael Correa ganó allí con más del 70% de los votos. En el
total general, como se sabe, obtuvo casi el 57% para la presidencia y en
la Asamblea logró los dos tercios de los legisladores.
A los 49 años Correa revalida su título y se convierte en un líder
regional a tener en cuenta, con una sólida formación en economía y un
carisma que lo llevó a ser una garantía de estabilidad en un país que a
lo largo del siglo XX tuvo un promedio de un presidente cada dos años.
Pero que desde que llegó al Palacio Carondelet, en 2006, mantiene el
mismo equipo gobernante y, lo más destacado, el mismo proyecto político.
Más aún, parafraseando al politólogo Atilio Borón, esta elección
demuestra que el poder no desgasta, que lo que desgasta es gobernar para
las minorías.
El proyecto correista se basa en el 'sumak kawsay' (buen vivir), un
concepto tomado de la cosmovisión indígena de varios pueblos de la
región sudamericana, que habla de relaciones más amigables con la
naturaleza y considera a las personas no como una maquinaria destinada
solo al trabajo o al consumo sino como un miembro de una comunidad
humana dentro de la Pachamama. Esto implica un sistema que debe mantener
un equilibrio con la Madre Tierra, de la que hay que tomar “solo lo
necesario” para que la intervención del hombre se reduzca al mínimo.
Correa aprendió este concepto entre los pueblos originarios, entre
los que permaneció un año como voluntario luego de haberse graduado en
una escuela salesiana. Fue en una misión en la provincia de Cotopaxi, en
una población de extrema pobreza donde cumplió tareas como
alfabetizador, ejerció sus conocimientos en economía social asesorando
microemprendimientos. Y aprendió quichua.
Su paso por la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, le
completó un panorama más ligado a las concepciones de la iglesia
popular. De hecho, Correa se niega a hablar de “mercado laboral” para
referirse a la ocupación de las personas. Por eso de que el hombre no
debe convertirse en una mercancía.
En España, unos 15 mil ecuatorianos pueden perder sus viviendas por
no poder pagar las hipotecas que sacaron en tiempos de vacas que
parecían gordas. La mitad de ellos son atendidos por la Defensoría del
Pueblo de Ecuador y varios ministerios de Estado. El presidente en
persona intervino para destrabar casos complicados a través de gestiones
oficiales.
Desde 2011, miles de ecuatorianos que habían emigrado en busca de
mejores horizontes vuelven a su patria. En un par de años, según cifras
oficiales, más de 20% de los exiliados económicos, cerca de 100 mil,
retornaron a su país. Pero además, más de 5 mil se animaron a tentar
suerte en Ecuador.
Cruzaron el Atlántico porque en Europa tendrían leyes de protección
que en Sudamérica se le negaban. Ahora que Rajoy concluye la obra
comenzada por su antecesor de desmontar el Estado de Bienestar, la
panacea es el Estado del Buen Vivir. Tiempo Argentino
Febrero 22 de 2013
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