martes

La democracia muerta en Europa

Si hay alguien que entendió claramente de qué venía el juego entre Grecia y la Eurozona fue el ex ministro de Finanzas Yanis Varoufakis. Economista y docente de prestigio en su país, Gran Bretaña y Australia, Varoufakis pronto encontró rechazo en su par germano Wolfgang Schäuble, que reclamó expulsarlo de las reuniones conjuntas. Tenía dos buenas razones: no es fácil embaucarlo porque sabe de lo que habla. Pero lo peor es que publicó en su twit todo lo que se discutía puertas adentro, y eso es particularmente irritativo para las "fuerzas oscuras" de la troika.
En un reportaje a la publicación británica New Statesman, Varoufakis tira un puñado de frases que desnudan el trasfondo que llevó al premier Alexis Tsipras a convertirse en la contracara de lo que prometía. "Los 'poderes reales' son como temías…"; "quizás los países endeudados simplemente deberíamos dejar de celebrar elecciones"; "nuestra Eurozona es un lugar muy inhóspito para la gente decente".
La pregunta que se hacen todos quienes apoyaron a Syriza y le habían dado crédito al último discurso antes del referéndum del 5 de julio es: ¿Por qué Tsipras se entregó tan rápidamente? ¿Es que no tenía opciones? Mejor aún: ¿Para qué la consulta popular?
Que la deuda griega es impagable se sabe desde hace cinco años. Las comparaciones con la Argentina del 2001 no son posibles, pero es bueno recordar cómo Néstor y Cristina respondieron ante las amenazas de los acreedores: doblando la apuesta. Así demostraron que cuando hay voluntad política se puede mucho más de lo que parece.
¿Tsipras pensó que podía correr a Schäuble con un referéndum demoledor? Para eso faltó la última puntada, doblar la apuesta. Pero pidió a Varoufakis que diera un paso al costado y después llevó al parlamento una serie de recortes que mostraban sus temores. Era muy probable que en ese contexto desde Bruselas le respondieran que no era suficiente.
A Grecia se le pide disciplina fiscal y económica. Pero en realidad se le exige simplemente disciplina, acatamiento, humillación. ¿Por qué Tsipras no aceptó ofertas de ayuda que le hizo Vladimir Putin? ¿Por qué no aceptó convites de los BRICS de hace unos días?
Grecia tiene mucho más en común con el mundo europeo oriental que con el occidental. Desde la religión ortodoxa hasta los caracteres con que escriben. ¿Es que no quería convertirse en la Ucrania del Mar Egeo? Varoufakis dice que en sus cinco meses de gestión le vio la cara al poder real. Y que esos "poderes oscuros" son como se los imaginaba. ¿Tsipras entendió que los griegos no se querían ir del euro ni de Europa? ¿Comprendió que la democracia ya estaba muerta y fue un gesto inútil convocarla hace apenas diez días?

Tiempo Argentino
Julio 14 de 2015



No hay comentarios: