Moshé Feiglin es parlamentario del Likud, el partido del primer ministro Benjamin Netanyahu, dentro de la línea interna Manhigut Yehudit [Liderazgo Judío]. En un plan que presentó a mediados de julio y al que llamó “Mi esquema para una solución
en Gaza”, Feiglin planteó una estrategia tendiente a que la Franja deje de ser un
problema para Israel. Allí dice claramente que las tropas israelíes deben
atacar todas las infraestructuras y los blancos militares
“sin consideración alguna por eventuales escudos humanos ni
daños al medio ambiente. Es más que suficiente realizar ataques
precisos y advertir con anterioridad a las poblaciones interesadas”. Si bien
establece diferencias entre los que Feiglin llama “enemigos de Israel” de
población “que haya tenido la precaución de mantenerse apartada de los
terroristas”, el plan dice sin medias tintas que los ejércitos israelíes
“eliminarán hasta el último de todos los enemigos de Israel sobre las armas”.
Los demás serán tratados “conforme al derecho internacional” y estarán
“autorizdaos a abandonar el territorio”.
Agrega el legislador ultraderechista que Israel
“aportará una ayuda generosa a todos los que deseen irse”. Luego justifica que
“Gaza es parte de nuestra Tierra y allí nos quedaremos hasta el fin de los
tiempos” y se explica: “Cuando Gaza haya sido liberada del terrorismo se
convertirá en parte integrante del Estado de Israel y será poblada por los
judíos”. La versión en inglés puede verse en www.israelnationalnews.com/Articles/Article.aspx/15326#.U9lTXrEXipo
La diputada Ayelet Shaked, una bella joven ingeniera que viene
abriéndose camino entre los dirigentes más extremos dentro del partido Bayit
Jehudi (Hogar Judío) –que también forma parte de la coalición de gobernante-
escandalizó a todo el mundo hace un par de semanas cuando se difundió lo que
sería su propia propuesta para poner fin al conflicto. Según parece, dijo que
los chicos palestinos son como víboras y que es necesario "matar a todas
las madres de Palestina para que no nazcan más terroristas”.
Según aclaró días más tarde, esas palabras fueron
sacadas de contexto de un Facebook que el periodista que dio a conocer
el texto en Daily Beast, Gideon Resnick, interpretó con mala lecha. La aclaración de Shaked en The Jewish
Ppress es que el texto que ella reprodujo, en hebreo, era del fallecido Uri
Elitzur de hace 12 años y se refería a que cuando alguien ataca a civiles
del otro bando no puede reclamar moralmente un estatuto para sus propios
civiles. Y agrega algo de aquel viejomaterialr: "Las leyes
de la guerra reconocen que es imposible de evitar el choque contra civiles
enemigos. Esas leyes no condenaron a la fuerza aérea británica por las bombas
incendiarias que destruyeron por completo la ciudad alemana de Dresde, o los
aviones de Estados Unidos que destrozaron las ciudades de Polonia y la mitad de
Budapest, cuyos habitantes nunca había hecho nada contra Estados Unidos. Esos
sitios tuvieron que ser destruidos con el fin de ganar la guerra contra el
mal”.
Otro halcón, pero más poderoso, es Avigdor Lieberman,
canciller de Netanyahu como aliado por el partido Israel Beitenu (Israel
Nuestra Casa). Antes de que comenzara esta nueva escalada anunció que se
retiraba de la coalición gobernante, aunque no renunciaba al gabinete. Muchos
consideran que fue la señal que convenció a Netanyahu de avanzar sobre Gaza,
para no perder el apoyo de los grupos que lo podían correr por derecha. Lieberman impulsa la colonización de zonas palestinas, tal vez porque como
reveló el diario Haaretz (http://www.haaretz.com/weekend/magazine/who-s-the-boss-1.217557)
tiene una casa en el asentamiento de Nokdim, cerca de Jerusalén. Su posición es
tan extrema que el gobierno de Barack Obama rechazó su
presencia en algunas de las rondas de conversaciones que intentó entre
Netanyahu y Mahmud Abbas en Washington hace unos cuatro años.
Para los palestinos, la presencia de Lieberman en el
ministerio de Relaciones Exteriores es una señal no positiva para encarar
negociaciones. Todavía recuerdan que en 2010 declaró que la paz es
un "objetivo inalcanzable" en "esta generación" y propuso
directamente abortar nuevos encuentros entre las partes. Los 17 años pasados desde los Acuerdos de
Oslo, argumentó, son "tiempo suficiente para sacar algunas conclusiones"
y "lo posible es posible y lo imposible, imposible".
Desde el propio gabinete de entonces reclamaron otras voces
en la mesa de diálogo y el laborista Avishay Braverman habló de
"sabotaje" a la política de paz. "¿Puede imaginarse qué hubiera
pasado si el ministro palestino de Exteriores hubiera hecho estas
declaraciones? Habríamos saltado todos a su cuello", abundó otro ministro
israelí bajo condición de anonimato al diario Yediot Aharonot.
Es que lo más difícil en todo proceso de paz es desarmar a los adalides de la guerra. A pesar de lo cual tanto
dentro de Israel como en Palestina hay voces que como el músico Daniel
Barenboim -quien fundó en 1999 la orquesta binacional la West-Eastern Divan,
junto con el intelectual palestino Edward Said- no piensan que el
otro es el enemigo. Una de estas voces es la de Amira Haas, corresponsal del
diario Haaretez en los territorios ocupados, quien publicó en una columna donde
se pregunta si Gaza es un estado independiente y desmenuza cuál es la
situación en el enclave gobernado aún por Hamas y que explica el caldo de cultivo
para posiciones extremas entre los palestinos. (http://www.haaretz.com/news/diplomacy-defense/.premium-1.604844)
“Gaza y Cisjordania tienen el mismo prefijo telefónico
internacional: 970. (Un prefijo distinto –972– para Israel es un gesto sin
relevancia del período de Oslo. El sistema telefónico palestino es una división
del de Israel. Cuando el servicio de seguridad del Shin Bet llama a una casa de
Gaza para avisar de que las fuerzas aéreas están a punto de bombardearla, el
Shin Bet no tiene necesidad de marcar el 970.)” Y detalla:
*“Israel sigue controlando el registro de la población de
Gaza y Cisjordania. Todo recién nacido palestino ha de ser inscrito en el
Ministerio del Interior israelí (por medio de la Administración de Coordinación
y Enlace) para poder obtener una tarjeta de identidad a los 16 años”.
*“La información impresa en las tarjetas lo está también en
hebreo. ¿Han oído ustedes alguna vez de un Estado independiente cuyos
habitantes tengan que inscribirse en el Estado “vecino” (ocupante y agresor),
sin lo cual no obtendrían nunca papeles ni existirían oficialmente?”
*“Las dos partes (Hamas e Israel) afirman que abren fuego
en situación de legítima defensa. Sabemos que la guerra es una prolongación de
la política por otros medios. La política de Israel está clara (si no es usted
consumidor de los medios de comunicación israelíes): aislar todavía más la
Franja de Gaza, oponerse a toda posibilidad de unión palestina y desviar la
atención de la ofensiva colonialista acelerada en Cisjordania. ¿Y Hamas? Desea
reforzar su posición en tanto que movimiento de resistencia tras los golpes que
ha sufrido como movimiento de gobierno. Tal vez piensa que puede verdaderamente
cambiar toda la estrategia de la dirección palestina frente a la ocupación
israelí. Tal vez quiere que el mundo (y los Estados árabes) salgan de su
sopor”.
*“(Se dice que) Israel suministra agua, electricidad,
alimentos y medicamentos a Gaza. No, no los suministra. Vende 120 megavatios de
electricidad a precio de oro, no más de un tercio de la demanda. En la factura
se deducen los costos aduaneros que Israel recauda sobre las mercancías que
llegan a sus puertos y se destinan a los territorios ocupados. Los alimentos y
medicamentos que adquieren los comerciantes palestinos, también a precio de
oro, entran en Gaza por pasos fronterizos controlados por Israel”.
*”De acuerdo con el Gisha, Centro Jurídico para la Libertad
de Movimientos, en 2012 la Franja de Gaza adquirió productos israelíes por un
valor de 1.300 millones de shekels (cerca de 280 millones de euros). Lo que
hace que Gaza sea también un mercado cautivo de Israel!.
*”En cuanto al agua, Israel ha impuesto una economía
autárquica sobre el agua en Gaza; es decir, que los gazatíes deben contentarse
con el agua de lluvia y las aguas subterráneas que recogen en su territorio.
Israel, que impone una cuota de agua a los palestinos, no les deja que
compartan las fuentes de agua de Cisjordania con la Franja de Gaza. Como
consecuencia, la demanda sobrepasa a la oferta, y hay un bombeo excesivo. El
agua de mar se infiltra en las capas freáticas, lo mismo que las aguas
residuales de canalizaciones vetustas. El 95 % del agua de Gaza no es apta para
el consumo. Y sobre la base de acuerdos pasados, Israel vende 5 millones de
metros cúbicos de agua a Gaza (una gota de agua en el océano)”.
*“(Se dice que) Israel no identifica más que blancos
legítimos. ¿Las casas de los miembros de Hamas, jóvenes o ancianos, son
bombardeadas –con o sin niños dentro– y según el ejército, serían blancos
legítimos? ¿Hay una casa judía en Israel que no albergue a un oficial que haya
participado en planificar o lanzar una ofensiva? ¿O un soldado que no haya
disparado o vaya a disparar sobre un palestino?”
*”(Se dice que) Hamas utiliza a la población como escudos
humanos. Si no me engaño, el Ministerio de Defensa se encuentra bien metido en
el corazón de Tel Aviv, cuando se trata del principal “centro de guerra” del
ejército. ¿Y qué decir de la base de adiestramiento militar de Glilot, cerca
del gran centro comercial? ¿Y de la sede del Shin [Servicio de Información] en
Jerusalén, que linda con un barrio residencial?”
Este es un punto importante en la cuestión. Porque aunque
sea cierto que Hamas utiliza tanto a niños como a civiles de escudos humanos
–una actitud abominable en cualquier circunstancia- no es menos cierto que el
atacante está obligado a cuidar de no excederse en el uso de la respuesta. En
tal sentido, un trabajo de la BBC recuerda que el Protocolo Adicional a la
Convención de Ginebra para la Protección de las Víctimas de Conflictos Armados
“indica en el punto siete de su artículo 51 que ´las partes en conflicto no
deben dirigir el movimiento de la población civil o de individuos civiles para
proteger objetivos militares de ataques o para evitar operaciones
militares´”.
¿Qué pasaría si fuerzas de seguridad de cualquier país en respuesta
a acciones violentas disparan sobre civiles y los matan? Porque esto sería
disparar a mansalva sobre rehenes. En noviembre de 1985 integrantes del grupo
guerrillero M-19 ocuparon el Palacio de Justicia de Colombia, en Bogotá, y
tomaron de rehenes a todos los ocupantes. Tras 27 horas de infructuosas
negociaciones efectivos militares intentaron recuperar el edificio a los
balazos. El saldo fue de 98 muertos, entre ellos once miembros de la Corte
Suprema. La toma fue calificada como “holocausto” y “masacre” por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El hecho es también conocido como el
Holocausto del Palacio de Justicia. En Argentina se conoce como la Masacre de
Ramallo a la toma de rehenes en un intento de robo a la sucursal del Banco Nación
de esa localidad bonaerense en setiembre de 1999. Tres asaltantes, al no poder
concretar el robo, tomaron seis rehenes. Al cabo de varias horas lograron que
les entregaran un auto para poder huir. La policía disparó y mató a dos de los
rehenes. Todavía horrorizan las imágenes en los noticieros de la época. Tanto
como las de chicos baleados en Gaza, porque el horror no tiene medida ante lo
inexplicable.
Agosto 1 de 2014
Ver también:
Israel Palestina parte III: La paz esquiva
Israel-Palestina parte II: La ONU mete baza
Israel-Palestina: ¿dos estados imposibles?
Continuará con:
-El modelo boliviano y Nelson Mandela como ejemplos de
integración
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